domingo, 14 de septiembre de 2008

como dos piojos...


Si tú no fueras como eres y yo fuera como soy.
Si las palabras no dictaran y menos la razón.
Si el oído dejara de ser la chispa más proclive a encender
Y la voz su combustible
Y la piel el papel
Y el olor el oxígeno.

Si fuéramos dos piojos en una mata de pelo
Quizá nunca nos habríamos encontrado
Como hijos o hermanos no deseados.

Pero el 1 y el 2 siempre van uno detrás del otro
Y no hay forma de contar de otra manera.
Sea de atrás para adelante o de adelante para atrás.

Por eso eres como eres y yo no soy como soy.
Por eso somos el piojo del otro, no deseado.
El hermano, no deseado.
El hijo, no deseado.

Me quiero reír y no puedo. Quiero asquearme y no puedo. Por eso no quiero escuchar más. No quiero oler, ni pensar. Mucho menos dictar. No quiero. No puedo contar ni al derecho ni al revés. Total, ¿cuál es el derecho y cuál el revés?!
Tú primero y yo después. Yo antes y tú nunca. Tu siempre y yo casi.
De hecho, dos piojos. Y los piojos no huelen, no escuchan. Viste?

jueves, 11 de septiembre de 2008

CARADURA

= CARADURA

La revista Caretas debería relanzarse al mercado con nombre nuevo. Caradura sería el más acertado. Caradura no por equivocarse, caradura por no reconocer sus errores.
Referirse al candidato demócrata a la presidencia de los EEUU como “zambo” no es cosa graciosa. Me pregunto, ¿cuál era la intención de la carátula de la edición del jueves 4 de setiembre? Para conocer la reacción que ésta podría generar se la mostré a varias personas en diversos contextos. Primero fue la risa, segundo y sólo en algunos casos, la reflexión. Caretas tiene demasiados años diseñando carátulas “ingeniosas” como para no anticipar la reacción que éstas producirán en sus lectores. Me atrevo a afirmar que Caretas intencionalmente buscó la mofa, la burla, la risita disimulada de quien no reconoce el racismo ni aun cuando lo tiene frente a sus ojos por ser cómplice del mismo. Referirse al candidato Barak Obama como ‘tío zambo” es ofensivo. Si existe la necesidad de hacer alusión al origen étnico del candidato - porque resulta relevante histórica y periodísticamente-, se pueden usar términos tales como afro-estadounidense, que resultan asépticos, no despiertan suspicacia y no hieren susceptibilidades. Caretas se equivocó. Pero Caretas es caradura. Caretas no reconoce sus errores. En la edición de hoy, llama la atención el cinismo con el que pretenden esbozar una justificación a su metida de pata. Lejos de rectificarse, se reafirman en su posición con argumentos insubstanciales.


El argumento del apelativo cariñoso: para reflexionar sobre el mismo, propongo acceder a este enlace del texto, Más allá del cholo: Evidencia lingüística del racismo poscolonial en el Ecuador (de Nataly Fletcher).
Si bien el texto analiza el uso de etnónimos (palabras con connotación racial) como cholo, zambo y longo, en el Ecuador, lo encuentro totalmente aplicable al Perú. Tira por tierra el argumento de Caretas. El texto mencionado explica por qué apelativos como “cholo” o “zambo” son aceptados al interior de un grupo humano, más no permitidos si vienen de foráneos:

“La tendencia de usar los etnónimos peyorativos como apelativos afectuosos entre personas de la misma etnia y clase no es exclusiva al español ecuatoriano. En el inglés de los Estados Unidos, el término peyorativo nigger se utiliza entre afroestadounidenses como expresión identitaria. Sin embargo, no deja de perder su carácter extraordinariamente peyorativo cuando se pronuncia por alguien que no proviene del mismo grupo étnico. Tal es el caso de cholito en el Ecuador.”

La intencionalidad marca toda la diferencia. Nuestro “Zambo Cavero” es nuestro, no fue bautizado por extraños, lo bautizamos los peruanos que nos re-conocemos en él. Es nuestro zambo, porque es el zambo que cada uno reconoce en sí mismo. Lo cito porque Caretas lo pone como ejemplo.
Mal ejemplo, pues. Qué pasaría si viniera un “gringo” a decirle a un chinchano, hey mi negro?

El argumento del “Cuadro de Mestizajes”: no resiste el menor análisis. Clasificar a las personas por su mayor o menor proximidad a lo que se considera blanco, refleja el racismo que cargamos como lastre desde la conquista y la colonia. Justamente fue desarrollado con el propósito de lo que hoy se llamaría “limpieza étnica”. El ideal de la blancura para el reconocimiento social. Más blanco, menos blanco según esta escala de colores infame, catalogando a los seres humanos por el nivel de mezcla, o mejor dicho de “pureza”. Blanco + negro = mulato. Cholo + negro = zambo. Cuadro de fórmulas que lejos de reivindicar la mezcla, la estigmatizaba para justificar la dominación. Si la ignorancia es soberbia, Caretas utiliza este argumento con tal caradura que peca no sólo por ignorancia sino por soberbia.

Esperar una rectificación de Caretas sería como pedirles que cambien su mentalidad retrógrada. Eso, mientras sigan teniendo como referentes “Cuadros de Mestizaje” de la época colonial es más que improbable. Mientras tanto, seguiremos llamándolos “caradura”, así con cariño, porque son de casa nomás, felizmente.

lunes, 1 de septiembre de 2008

señales


No hubo presagios que anticiparan los hechos. O tal vez los hubo pero no supe interpretarlos.” (de Laura Restrepo en Dulce Compañía)

Primera señal: me resfrié de la nada y ya va una semana.

Fue durante la asesoría de tesis, en un pabellón gélido. Empecé a moquear y hasta ahora no paro. De los remedios naturales a las pastillas, pero nada. Mi nariz, primero un tomate, ahora un apio seco.

Segunda señal: me mordió un perro dentro de mi casa.

Aun no salgo de la estupefacción! Sami es un perro de finca, según su dueña, una mujer negra casada con un alemán. Viven en Lima mientras la hija termina los estudios y luego parten a sabediosdonde. No me interesa tampoco, pero me tuve que soplar la historia mientras me enseñaba el récord de vacunas de Sami, un perro chusco, hijo de Kira, una perra fina. Y a mí qué, igual me mordió el chusco, pasó por mi puerta que estaba entreabierta, se metió y zaz! Me cogió la pierna con sus dientes desgastados, lo cual es peor creo, porque la herida no es una incisión limpia, es un desgarro. Me pusieron la antitetánica y estoy tomando antibióticos. La herida está mejor pero sigo frickeada.

Tercera señal: Renato perdió el celular nuevo.

Lo dejó en un taxi. Venía de la casa de Harry Chávez. Harry es un artista joven con una propuesta interesante. Está ayudando a Renato con un cuadro. El cuadro es para Arte para una Sonrisa. Lo que se recaude será para operar a niños con labio leporino. Una buena causa que no causa asombro alguno en mi hijo. Sólo aburrimiento, cumple por cumplir, no le pone empeño, ni alma, ni vida ni corazón. Será porque a su novia tampoco le interesa? Lo que no fluye no corre, nunca debí proponerle esta hazaña, la ha tomado como una obligación y esa no es la idea. Por eso perdió el celular, para desconectarse. Yo ya lo siento desconectado hace rato.

Cuarta, quinta y etcétera…

Las estoy esperando, las buenas señales. Tal vez las hay, pero no sé interpretarlas ahora. Siempre lo supe, qué me estará pasando?