domingo, 30 de septiembre de 2007

If I were a black girl...


Negra, negra, negra negra... me gustaría poder llenarme la boca como Victoria Santa Cruz. Le pregunté a los miembros de una ONG que dice representar a los afroperuanos en el Perú: ¿y cómo escogen ustedes a quién representar? Digo yo, siguiendo con los dichos, si en el Perú "el que no tiene de inga, tiene de mandinga". No será por el color de la piel, porque allí sí que nos jodimos, salta un sacalagua que es más colorao que un camarón hervido, y queda descalificado, aunque la bemba colorá y el pelo apretao lo delaten. Si porai viene una mulata campante, al estilo de la pelona de Nicomedes, con el pelo bien estirao, califica? Y si un zambo achorao se basta y se sobra para representarse, lo acogen "de oficio" a un a riesgo de terminar con el alcatraz quemao? Ya pe' ¿de que estamos hablando con eso de afroperuanos? queremos en ésto parecernos también a los gringos, afroamericans dixit? No way mi rey! Por eso, le propongo a esa ONG lo siguiente, que organice un concurso de festejo, zambalandó y alcatraz, zapateo, son de los diablos y zamacueca y todos a mover el cucú, redondito, redondito, hasta abajo, hasta bajo, suaveciiiiiiito! a ver a quien no le salta el mandinga, y negra, negra, negra, negra....negra, negra, negra, negra.... quiero ser!
Con perdón de todas las otras razas y mezclas, aquí les va una reivindicación:

Gracias por el mar
Gracias por las islas
Gracias por la gente
Gracias por las razas
Las narices respingadas
Las bembas coloradas
Los pelos negros y apretados
Los rubios, lacios y enredados
Al viento…
Gracias por este momento.

Mabe Arce
Salvador de Bahia, 26 de noviembre de 2000

domingo, 23 de septiembre de 2007

ni uno ni otro

Lloran mis ojos viendo la barbarie cometida contra el ojo que llora. Máxima demostración de intolerancia. Qué está pasando? Ni de un lado ni del otro. Trato de situarme en el justo medio, retrocedo, me abstraigo para cuestionar y contradecirme, porque el que no se contradice es un imbécil, como decía una loca profesora de la universidad que acabó más dura que una estatua de sal de tanto tiro... y como me contradigo, acabo asumiendo las posiciones más impensadas, como el otro día, en la inauguración de la VI Feria de Organizaciones Internacionales organizada por la Facultad de Derecho de la PUC. El tema que nos convocaba a los "cooperantes" y a la "academia": derechos y desarrollo. Insistí en participar y le vendí la idea a mis jefes aun sabiendo que entraba a un espacio que nos es adverso. Pero tanto así? Más que adverso, contradictorio, por lo tanto, no se les puede acusar de imbecilidad, siguiendo a mi recordada profesora. Mi ingeniudad sigue llegando a tanto, que acudí oronda a la ceremonia de inauguración donde se presentaba el grupo Andanzas. Puesta en escena interesante, tratándose me imagino, de una creación colectiva de los alumnos y alumnas del taller de danza moderna de la universidad dirigido por una experimentada coreógrafa. Interesante, como dicen los británicos y los gringos cuando no saben qué decir, palabra inocua, vacía, hipócrita. El interesante espectáculo estaba lleno de clichés, lo cholo, exacerbado, la pituca, estereotipada, lo gringo, ironizado, con una obviedad digna de mejor causa. Hasta ese punto, vaya y pase. Observaban unas decenas de estudiantes y el ex-Presidente de la CVR, Salomón Lerner. Observaron todos ellos también, y aplaudieron, y se regocijaron, y sonrieron cómplices, cuando en el escenario un personaje vestido con traje de camuflaje que ondeaba la bandera de los Estados Unidos era acribillado a balazos imaginarios por otros frenéticos personajes que luego tiraban pica pica, y bailaban sobre el soldado muerto, la bandera, y pisoteaban cualquier vestigio de tolerancia y sensatez. Pero quién puede pedir sensatez a alumnos y alumnas llenos de fervor por los derechos humanos que dicen defender? Contadictorios (pero no imbéciles) danzan felices sobre la poca capacidad de reflexión que la universidad no se preocupa en cultivarles. Celebran inconcientes su propia vocación por la barbarie, tal cual como los bárbaros que tiñeron con pintura roja el ojo que llora y los caminos de piedras de tantas vidas perdidas. Vidas arrancadas de cuajo, como las piedras, por esa barbarie que ellos dicen condenar, pero que profesan con el mismo fanatismo de los extremistas, de uno y otro lado. Qué lástima, qué torcido está todo en este mi querido país, donde mejor será decir, no me defiendas compadre, mis derechos los defiendo yo, pero sin agredir los tuyos. Quizá el ejemplo surta mejor efecto que tanta parafernalia.

martes, 18 de septiembre de 2007

two to tango

Creo que también es el nombre de una discoteca, o fue, pero no me refiero a eso. It takes two to tango, como todo dicho encierra una sabiduría enorme, alimentada por generaciones bienhabladas o malhabladas, y que tuvieron como patrimonio expresarse oralmente. A quién se le ocurre ahora usar refranes en el chat, o en los mensajes de texto, impensable. Probablemente estén destinados a desaparecer, lo cual sería una lástima. Pérdida irreparable, la de no poder abreviar en una frase todo un sentido, y soltarlo en el momento preciso, para dar en el clavo, no salirse por la tangente, poner los puntos sobre las íes, o darle al césar lo que es del césar. Además, es increíble buscar las equivalencias en otros idiomas, expresan lo mismo pero con diferentes figuras, por ejemplo, la gota que dearramó el vaso es la paja que rompió la espalda del camello en inglés, y me tienes hasta la coronilla es para los francófonos tener la tasa a punto de derramar, vueltas que dan las palabras no? Para los cariocas el "nossa" es la abreviación de nossa señora, será lo mismo que el mamma mia de los tanos? Y estar entre la espada y la pared es en inglés to be between a rock and a hard place, misma connotación, dos imágenes parecidas, pero no iguales, una delicia para los socio-etno-linguistas, y no soy ni pretendo ser una, sólo me salió del forro escribir sobre este tema. Como también me sale del forro adoptar una frase, y dedicarme a usarla para evitar su extinción, y esto no es una idea original, debo confesar, ya hay por allí iniciativas para adoptar palabras y no dejar que caigan en desuso. Así que pensando en este ejercicio trasladado a los refranes escogí "it takes two to tango", porque suena lindo, porque se hace de a dos, porque me encanta bailar, wanna dance with me?

lunes, 17 de septiembre de 2007

Basta!

¡Hasta dónde no me dejará llegar la estúpida razón y el sentido común y las buenas costumbres y la escala de valores y todo el rollo que de tanto repetir me quedó grabado y me impide re – editar mis propias historias, inconclusas, inacabadas, ilegibles, incomprensibles, desesperadas, entrecortadas que me laceran por dentro y me disfrazan por fuera!

Es que eres el pretexto, pre – texto,
texto que escribo a mi antojo,
sin pautas, ni reglas, ni convencionalismos
como prosa libre, sin métrica,
sin ton ni son pero con cadencia estridente
de corazón a mil por hora
y de tempestad desatada por toneladas de barro
y miseria que no quiero contener .

Y si me oyeras, si me miraras,
si me tocaras y penetraras mis sentidos
para saber lo que yo tengo guardado
celosamente,
no escaparías, no encontrarías
salida, ni rendición, ni un dios te salve
de tanta fuerza
que ni la más
violenta de las tormentas, ni las de agua,
ni las de viento, ni las de arena
ni todas juntas,
se podrían comparar con el vértigo de meterte en mis pesadillas!

Con cuál de las dos sensaciones
me quedo
sin quedarme en nada
nada que te nada contra la corriente
y no dejarme llevar
como agua mansa
que de la brava
no me quiero librar
y correr en contra
del viento
a contrapelo
de las expectativas puestas sobre mí.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Juego de roles

Te veo como... me ves como...¿qué pasa cuando la imagen que se tiene de una misma no calza con la que los demás tienen de una? El juego de roles es como adentrarse en un juego de espejos. Las imágenes reflejadas son infinitas.
Reflexiono sobre lo ocurrido en una sesión de la Maestría en Gerencia Social de la Universidad Católica. Enfrío mi cabeza y aquieto mi corazón para ordenar los acontecimientos, lo que se dijo, cómo se dijo, por qué se dijo.
Todos y todas somos profesionales, provenientes de diversas canteras. Todos muy comprometidos. Todos con altas expectivas de lo que una Maestría en la Universidad Católica puede ofrecer. Nuestro rol, además de aprender y "aprehender, por supuesto, va más allá. Cuestionamos. Cuestionamos la realidad porque no estamos conformes con ella. Nos rebela la pobreza y tenemos la convicción de que, desde nuestras respectivas trincheras, algo se puede pero sobretodo, se "debe" hacer. Y allí vamos, entre textos, trabajos en grupo, lecturas, exposiciones, jugando los roles de los gerentes sociales que pretendemos llegar a ser.
De pronto, en este juego de espejos se interponen imágenes distorsionadas. No estamos reflejando la imagen de profesionales, futuros gerentes sociales. Imagen contra imagen, inadvertidamente, se cuela una extraña visión. Desde alguna perspectiva somos observados como alumnos de pre-grado. Se cuestiona cuestionar. El discurso se invalida. Surgen los calificativos. La distorsión es total.
Aguzamos la visión. Revisamos los filtros. La luz. Los ángulos. Los lentes. La postura. El encuadre. La intención. El contexto. Echamos mano de cuanto recurso nos es familiar. Volvemos a mirarnos. Imágenes ad infinitum. Qué difícil dilucidar en qué momento el reflejo dejó de corresponderse con la realidad.
Regreso a la sesión. Me sitúo en la posición del otro. Observo. Me observan. Difícil también calzar zapatos ajenos. Te veo como... me ves como...desfase, nuevamente distorsión. Soy autoridad y me cuestionan. Mi palabra no es la última palabra. Mi gestión en tela de juicio. No usan el tono adecuado para dirigirse a mí. La réplica suena a contestación. No lo permito. Califico. Descalifico. Abandono la escena.
Antes de conocernos, hemos dejado de re-conocernos. Los espejos rotos han distorsionado los reflejos y los roles. No te miro, no me miras. Extraña situción para una Maestría en Gerencia Social.

viernes, 7 de septiembre de 2007

La niña de mi sueño

La niña de mi sueño se llama María Fé. Es portadora de un mensaje. Su rostro lo dice todo. Está sucio de polvo, su cutis áspero, no corresponde al de una niña de tres años. Es injusto, no vale, me rebela, me duele y me parte en dos el corazón.

Cuando la soñé, la sostenía en mis brazos y estaba llena de barro. La lavaba y el barro la ahogaba, hasta que el agua se aclaraba y ella empezaba a respirar con dificultad. Yo no la soltaba y le soplaba la nariz, como hacía cuando mis hijos estaban chicos y se atoraban. No sé si el método sea muy científico, pero funcionaba. Funcionó en el sueño también.

Estando en Pisco el miércoles 29 de agosto, dos semanas después del terremoto, llegué al barrio de San Clemente a 10 minutos del centro. Allí vi a la niña de mis sueños. Su rostro me jaló el ojo entre un grupo de alrededor de 15 niños. Se me acercaron en mancha al verme con la cámara. Siempre pasa los mismo, hay una magia en las cámaras digitales. A ellos y a ellas les encanta verse, que los vean, ya no pasan más desapercibidos si el lente los captura y queda un vestigio inmediato.

¿cómo te llamas? le pregunté. María Fé, me dijo. Me empecé a ahogar con mi barro interno. No había quién me sople la nariz. Ella lo hizo, así lo sentí. Con su mirada, con su sonrisa, con su nombre, empecé a respirar nuevamente. Método infalible parece, el del amor.

domingo, 2 de septiembre de 2007

Pretextos para el café

Porque siempre hay un pretexto para el café. El frío, el cansancio, el sueño, la ansiedad, las ganas, la rutina, el hartazgo. Desde que lo pruebas por primera vez, vas asociándolo con alguna sensación. También con el contexto. Hasta hay, ahora, lugares sólo para café-adictos, o dizque, buscando simplemente pretextos para sentirse "in". In sí, incluidos en ese ambiente o donde te aprendes los códigos ("tall" es pequeño, "grrandei" es mediano y "venti" es grande, o eso creo) o te miran como si fueses una idiota. Pero hay otros lugares, felizmente, donde no hay pretextos. Están en la memoria, o al menos en la mía. Café con leche (y no "latte") en los desayunos de invierno, con pancito remojado más. Café negro en la casa de una tía entrañable o viejo profesor de marinera, y mucha, pero mucha tertulia. Café instantáneo en vaso descartable en las interminables sesiones de algún taller de la universidad. Café literario, café cibernétio, cafecitos de la maestría para matar el frío en el cubil, o en mi gélida casa de San Antonio. Ahora, café servido en vistosos vasos de aluminio para llevarlo como estandarte o portador de una cultura que no es la propia. Café con sabor metálico, porque todo vale en esta sociedad globalizada para sentirte parte de, buscando siempre algún pretexto.


Y así caes en el juego y en el espacio ex-profeso cronstruido para albergar a tanta variedad de café-adictos, o dizque, tan bien estereotipados como los productos que van a consumir. Los hay en todas las combinaciones pero por lo general, en sólo tres presentaciones. Escoges una y te llaman por tu nombre para "personalizar" la atención. Con la misma cara te sonríen, bien si eres "tall, "grrandei" o "venti", o si eres pura leche, café con leche, leche con café o más café que nada. Escriben tu nombre en el vaso para que te vayas feliz como niño con sorpresa de santo a buscar algún lugar donde sentire "grrandei" . Con suerte encuentras un lugar, con más suerte un mullido sofá donde empezar a saborear tu elección, por cierto, con muy poca privacidad. Todos, igual que tú, sorbiendo por un huequito que deja sabor a plástico. Claro pues, si el café es sólo el pretexto. Por fin puedes dedicarte a lo que viniste a hacer mientras la sensación térmica del plástico te calienta las manos pero te sancocha la lengua. Soplas por el huequito, inhalas para rescatar el aroma de café contaminado por el plástico. Dejas el vaso sobre la mesa, lo vuelves a agarrar y empiezas el ritual nuevamente.


El vaso está frío y sin contenido. Lo que tenías que hacer, ya lo hiciste y se te acabaron los pretextos. Miras alrededor y más de lo mismo pero en diferente presentación. Alta rotación "you have to move on". Sales tan vacía como el vaso. Te enfrías más, está lloviendo. Te vas recordando los cafés sin pretextos que sí te calientan el alma.