martes, 30 de diciembre de 2008

Baby boomer


Tengo conciencia y memoria de la llegada del hombre a la luna. La vi en la tele blanco y negro de mi nido Los Angeles. También recuerdo la huelga de la policía y los saqueos en 1973. Antes que eso, recuerdo la clasificación de Perú al mundial México 70 y la caravana de carros por la avenida Arequipa y yo observándola con mi ponchito. Recuerdo la música de la nueva ola y el Festival de Ancón donde el papá de Gianmarco ganó con guarda esta rosa mi amor, llévala siempre contigo… y recuerdo San Remo 75, al maestro de violín y a la sinorina enamorata di lei.
Recuerdo que no habían micros y sí colectivos negros que transitaban por la avenida Arequipa como lanchones en faena de pesca, despacio, sin atropellos. Recuerdo la avenida Arequipa porque era linda y quedaba a media cuadra de mi casa. Recuerdo las matinales de las 11 de la mañana en el cine El Pacífico o en el Alcázar. El bar BQ con sus caballos de a sol el paseo y los conos con helado de vainilla. Me acuerdo que preguntaba quién es Kennedy, por qué lo mataron, quién es Martin Luther King, por qué lo mataron, quién es Ghandi, por qué lo mataron, quién es Pinochet, por qué no lo matan, y por qué tanta gente se rasga las vestiduras por la tan mentada (y mentada de madre) reforma agraria, y por qué lo odian tanto a Velasco y por qué hay tanta gente que de pronto se quedó sin las haciendas de sus abuelos donde nunca pusieron un pie y menos una mano, bueno, ni un dedo se ensuciaron pero resulta que en mi cole todas son hijas o nietas de hacendados y yo recién me enteraba de lo qué era una hacienda y todo el sistema gamonal y los abusos que me empezaron a hacer hervir la sangre desde tan pequeña.

Entonces, a qué viene este recuento, si no estoy resolviendo el tiómetro que alguna vez me llegó por Internet. Es porque constato con estupefacción que yo, una late baby boomer, nacida en el último año de esa generación, me encuentro ahora rodeada por representantes de otras generaciones abrumadoramente menores. Y me refiero a la generación “X” y a la generación “Y”. Estos últimos también llamados Millenials, con quienes trabajo y estudio, son dignos representantes de la era digital, descritos como confidentes, impacientes y favorables a aprender. Precisamente uno de ellos es mi partner en la tesis de maestría. Y muy probablemente, en los trabajos que encontraré de aquí en adelante, tenga algún o alguna jefe de esa generación a la que siempre veré con cierta sana (¿?) envidia por tener como prolongación de una de sus extremidades al mouse al que yo le corrí, tontamente, por tanto tiempo.

Frente a este laundry list debo reconocer que lo que me marcó a mi, de hecho no tiene nada que ver con lo que motivó o desmotivó a otros y a otras de mi generación. Ni que lo que vivimos baby boomers tercermundistas tenga remotamente que ver con lo que se vivió en los países donde se acuño el término, Estados Unidos, Europa, Australia, Canadá etc. Ni siquiera la descripción nos calza a todos por igual: idealistas, contrautoritarios, competitivos. Bueno fuera. Muchos baby boomers – los que nos quedamos a fajarnos en el Perú – hemos padecido dictaduras, militares y civiles, 70s y 90s respectivamente. Pocos escogimos alguna trinchera para enfrentarlas. Hemos sido adolescentes entre toque y toque y de toque a toque. Sólo competíamos por quién aguantaba mejor llegar de boleto a clase. Idealistas, claro, conseguir chamba en aquella época era un ideal! Y hacerte carrera casi una utopía. Más que eso, más que nada, baby boomers del Perú y balnearios, somos sobrevivientes!

Me pregunto, ¿y de aquí para adelante qué? Dicen que somos la generación sándwich. Con padres ancianos que mantener e hijos jóvenes que mantener. Se nos sigue presentando dura la cosa, y ahora con crisis internacional ad portas. Somos la generación jodida, qué joda! Los cuarentones a los que nos siguen bacilando los tonos, las tías que vamos al gym, las que fuimos a la universidad pero nos quedamos sin post-grado porque, somos sí, de las que aun consideraban importante encontrar el balance, es decir, casa y trabajo, cómo chu hicimos para trabajar y criar hijos con pan popular, leche enci y sin pañales descartables!!! Heroínas es lo que somos las baby boomers. Y que no nos vengan las gringas a hablar de liberación femenina, tratando de mantener la balanza en 60, sacando la Maestría a los 40, educando hijos de 20, 15 y 10 y conviviendo con maridos de casi 50!!.

Tengo conciencia y memoria. Memoria y conciencia de sobra, para seguir pa’lante, sin importarme mi generación y menos la tuya!

lunes, 22 de diciembre de 2008

disquisiciones de pseudo ama de casa


Objetos inanimados pueblan las casas, las llenan, las atiborran, se apoderan de ellas sin que obre voluntad de por medio, más que la de ellos mismos, omnipresentes, expansivos, como una plaga para la que sólo hay remedios radicales, la poda, la baja policía, la limpieza general implacable de cambio de estación.

A ellos les conferimos valores que no ostentan por sí mismos, y adquieren de esa manera su derecho a existir, su cupo en el espacio, su derecho de piso. De tanto verlos ya no los vemos, pero si alguien osa moverlos de su pequeño nicho, echamos de menos su presencia inmediatamente, como un acto reflejo, lo mismo cuando se trastocan las posiciones del acomodo hogareño y la retina nos presenta alarmada el desfase de su ubicación.

Así de maniática soy con los objetos de mi casa. Cada cual en su lugar y un lugar para cada cual. Hasta que yo decida reasignar posiciones o dar de baja. Pero deben ser mi mano y mi criterio, sólo los míos, los que guíen su destino, soy dictadora en eso. Donde había 11 cuadros ahora sólo hay 3. Para mi esposo el 11 es un número completo, será por su afición al fútbol. Yo mandé 8 jugadores a la banca indefinidamente, no porque estén lesionados, sino porque me cansé de verlos simplemente. No hay lugar a reclamos, en los ambientes de mi casa soy dueña y señora y la decoración más que mi sello lleva mi alma misma, mi casa soy yo y yo soy mi casa.

Lo mismo pasa con los muebles. Los ubico coreográficamente. Que dancen en la sala, de a dos, de a tres, con cojines, sin cojines, mesa al medio, mesa al costado, en semicírculo o en esquina, simétricos o asimétricos en su posición respecto de la chimenea. Y así, los habitantes de mi casa simplemente acomodan sus traseros resignados a la vista que dispuse para ellos, hacia el jardín, hacia la calle, hacia la escalera, como mansos pasajeros de la nave que yo comando.

Pero soy una comandante totalmente comodona, comandante comodona, hasta las palabras se acomodan cacofónicamente ante mi antojadizo temperamento. Sólo decoro, rara vez ordeno y poquísimas veces limpio, para eso tengo a mis brazos derecho e izquierdo. Nana en la planta baja y tata en las alturas. En ellas he delegado la autoridad necesaria para mantener mi barco pulcro y ordenado, y ellas, con denostado esfuerzo tratan de que sea así, enfrentando con mil artimañas a los piratas de mis hijos, saboteadores del orden y la armonía.

De los objetos que llegaron hace 20 años quedan pocos. Hay 3 banquitos, fieles. Ostentan inscripciones cual vestigios de épocas pasadas. Los hemos pulido y laqueado varias veces, pero vuelven a aparecer como los signos de los tiempos. Son multi-usos cualesquiera que haya sido el espacio al que nos acompañaron, siempre versátiles y comedidos, como asiento, como escalera, hasta como mesita o porta maceta, siempre estuvieron allí. Quizá por eso los conservamos, su amor es incondicional.

También hay una quesera, de la época que como regalos de matrimonio sólo se recibía plástico, madera y en le mejor de los casos cerámica. Esta quesera es de cerámica blanca con flores de colores. Nada del otro mundo, pero también ha ganado su lugar preferencial en la refri y en la mesa. La verdad es que no entiendo cómo es que ha logrado mantenerse intacta durante dos décadas de implacable destrucción de vajillas. Es una sobreviviente, por eso es la portadora oficial del queso fresco.

No hay mucho más en realidad. De herencia de la casa materna, sólo un juego de cubiertos que atesoro. Sólo hacen su aparición estelar en días de fiesta o cuando pretendo impartir a mis hijos algo de modales en la mesa dominguera. Ah, y tres grabados de Camino Sánchez, desdeñados por mis hermanos porque retratan rostros de indios e indias en labores doméstico - rurales, la lechera moche, el paisano con sombrero, etc. nada que otrora, -cuando el Perú no estaba de moda- hubiera sido digno de admirar. Siempre engalanaron alguna pared, algunas veces la única pared engalanable de no pocos mini-departamentos por donde recalamos en las épocas del plástico, la madera y la cerámica.

Hoy que nuestra casa luce remodelada, amplia y cómoda, donde nos hemos dado el lujo de poner a cada niño y niña en su propia habitación y donde hasta hay espacio para la creación, el arte y por supuesto el desorden que ambos implican, sigo recordando con nostalgia los huequitos donde los banquitos y algunos cojines eran suficientes para las ínfulas de esta nunca declarada ama de casa.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Ser o estar


No es el dilema de Hamlet, ser o no ser. Resulta que la dificultad de los gringos para discriminar el uso entre ser o estar es un dilema anterior. Ser, la permanencia, estar la presencia. En inglés, to be es ser y to be es estar. Un solo verbo para dos concepciones diferentes. Una, la permanencia, otra, la presencia. Rara vez ambas se juntan y hacen del verbo una noción unívoca, consistente y compacta. Pero verbo es verbo, y por definición no deja espacio para la permanencia. El verbo es presencia, aunque la ilusión nos lleve a pensar que es una presencia continua.

Llegó a mis oídos una canción de Vinicius de Moraes, sabia como toda la música brasilera, que resume en música y letra la experiencia de una vida, de muchas vidas, de la vida misma: E a coisa mais divina que ha mundo é vivir cada segundo como nunca mais. Es la cosa más divina de este mundo, el vivir cada segundo como nunca más. O sea, estar, estar, estar, estar…. Una línea de estares, aquí y ahora, aquí y ahora, aquí y ahora….qué delicia, no preocuparse por el ser, no aburrirse con el mismo y permanente ser inmutable, trascendente, perene, ser, ser, ser… Y así poder decir sin empacho, I am happy, I am happy, I am happy, y ser feliz, o estar feliz, whatever, sin los rigores del idioma ni exigencias ni expectativas, de ningún tipo y de nadie…


Ya lo decía el mago de Benedetti, antes de que se me ocurriera siquiera pitufar sobre este dilema:


Ser y Estar


Oh marine

oh boy

una de tus dificultades consiste en que no sabes

distinguir el ser del estar

para tí todo es to be

así que probemos aclarar las cosas


por ejemplo

una mujer es buena

cuando entona desafinadamente los salmos

y cada dos años cambia de refrigerador

y envía mensualmente su perro al analista

y sólo enfrenta el sexo los sábados de noche


en cambio una mujer está buena

cuando la miras y pones los perplejos ojos en blanco

y la imaginas y la imaginas y la imaginas

y hasta crees que tomando un martini te vendrá el coraje

pero ni así


por ejemplo

un hombre es listo

cuando obtiene millones por teléfono

y evade la conciencia y los impuestos

y abre una buena póliza de seguros

y cobra cuando llega a sus setentas

y sea el momento de viajar en excursión a capri y a paris

y consiga violar a la gioconda en pleno louvre

con la vertiginosa polaroid


en cambio

un hombre está listo

cuando ustedes

oh marine

oh boy

aparecen en el horizonte

para inyectarle democracia


Versos para rumiar

Letras de emergencia (1969 - 1973)

sábado, 6 de diciembre de 2008

¿cómo influye la cultura en el desarrollo del Perú?


La cultura construye identidad. La cultura propicia cambios. La cultura rescata memoria. La cultura insinúa tolerancia. La cultura nos cuenta historias al oído, nos trae los chismes del pasado, y esparce rumores hacia el futuro. Los peruanos, escuchamos, a veces prestamos atención, cuando queremos y a lo que queremos. Somos sibaritas, religiosos, orales, gestuales, copiones y mirones. Hemos transcurrido por la historia cargando vergüenzas ajenas y ocultando orgullos propios. Tenemos herencias pero también esencia. Pero ¿de qué nos sirve todo este bagaje ahora que es necesario distribuir equitativamente y jalar al de abajo e integrar al de afuera? Nos sirve como hilo conductor, para reconocer en el otro a uno mismo. Nos sirve para tomar conciencia de que en una nación todos merecemos el mismo trato y nos debemos el mismo respetuoso y considerado trato que esperamos hacia nosotros. Podemos desarrollar a partir de nuestra cultura y a pesar de ella. La educación es lo fundamental. Fundamental es también la comunicación. Impostergable la memoria e imprescindible la tolerancia. Pero la construcción del desarrollo a partir del reconocimiento de la cultura va más allá. Implica un diálogo intercultural y no simplemente una coexistencia más o menos armónica. Implica crear espacios abiertos en las escuelas, en los hogares, en las iglesias, en los parques, en los medios de comunicación, en las galerías de arte, en las plazas, en las calles, en los bares y tabernas, en los cines y discotecas, en las universidades y el Congreso pero también en las cárceles y en los mercados. Espacios abiertos a las ideas del otro, donde exista la garantía de poder ser escuchado y la disposición a escuchar. Donde la quena y la flauta traversa no compitan sino que armonicen. Donde no importe si vas vestido de poncho o de terno. Donde el quechua y el aymara resuenen al lado del castellano y del aguajún. Donde el pañuelo de la marinera vuele junto a la bandera y ambos no sean sólo símbolos vacíos de contenido. Donde el contenido de los símbolos sea una creación colectiva en que cada peruano y peruana imprima su huella, y sople su aliento, su samay.
¿Cómo no sonar utópica hablando de cultura y desarrollo? Es aprendiendo a vivir cada día en un Perú que nos duele y que nos gratifica. Aceptando el reto cada día de criticar menos y amar más, lo que anhelamos ser pero sobretodo lo que somos.

sábado, 22 de noviembre de 2008

despropósitos


A punto de cumplir uno de mis propósitos de año nuevo que ya casi es viejo, reflexiono sobre una pregunta que me lanza mi hija: mamá, ¿si estás tan contenta con tu trabajo por qué quieres buscar otro? me doy cuenta que tiendo a tener relaciones laborales longevas, 11 años con los británicos y camino a 6 con los gringos. Hoy Laura Bush me acomodó el pelo antes de tomarme una foto con ella y me dijo al ver mi sorpresa que lo mismo haría con Barbara (su hija). Click, y el stress de semanas se había esfumado. Todo el pain in the neck and elsewhere que significó preparar esta visita, las tragadas de sapos, de ambos lados, los dardos envenenados, los desplantes, el doble, triple, múltiple esfuerzo to keep your cool y procesar los sapos y culebras para lanzar mariposas inofensivas, gráciles, coloridas que tendieran puentes en vez de destruirlos, simplemente, too much. Y así llegué yo al Marriot hoy , una de las sobrevientes, to make sure that the interviews went OK but nevermind para quedarme sentada en un salón contiguo being swept by the dogs por enésima vez, preguntándome, what the hell am I doing here? Look at the sea, breath, inhala, exhala, cuenta hasta 1o, 9, 8... ya! y de pronto me llaman al salón Grau, y llego como en Huascar frente a la Covadonga, sintiéndome chiquita, chiquita, con tanto gringo, secret service, grandote, grandote, y all of a sudden, she is just in front of me, asking me, and you, what about you? jelou???? are yoy talking to me? she is talking to me... y yo totalmente seducida por tanta amabilidad que parece sincera, deverdacito,diciéndome a mi misma, por tan poco te vendes, por una foto, por una caricia en el pelo, por un nice compliment... y click, desaparace entre los acorazados y portaviones gigantescos y yo me quedo sola mirando el Pacífico, pensando, ¿será cierto ésto? con cara de imbécil, con sonrisa de oreja a oreja, sin saber por qué, o creo que sí pero resitiéndome a aceptarlo. Bajo por el ascensor, sigo sonriendo, salgo a la calle, sigo sonriendo, paso por los controles de seguridad, sigo sonriendo, y un amable agente del servicio secreto me dice, have a nice day mam. Le agradezco y regreso a la realidad.

domingo, 16 de noviembre de 2008

normal nomás?



Una nota que ha pasado casi desapercibida es el retroceso en el estado de California con relación al matrimonio gay. Por mínimo margen, la facción que se opone a la unión legítima de las parejas homosexuales ha vencido en las urnas y ha hecho explícito su rechazo a un derecho reconocido tan sólo hace unos meses. Este es un tema controversial. Yo no había definido mi posición frente a él. Lo he analizado desde diferentes puntos de vista, incluido el ético, y algo me impedía manifestarme abiertamente a favor. Sumarle a este derecho el derecho a la adopción me hacía frenarme en mi simpatía abierta al reconocimiento legal de las uniones homo. Ahora la tengo clarísima, a favor del reconocimiento de ambos derechos. Las razones en contra son múltiples y están por lo general sustentadas en lo que se considera "normal". No es normal la unión entre dos personas de un mismo sexo, no es normal que un niño crezca en una familia con dos padres o dos madres, no es normal que un hombre asuma el rol tradicionalmente asignado a las mujeres, o viceversa, etc. etc. El concepto de normalidad siempre me ha causado desconfianza, después de todo, ¿qué es lo normal? la norma es lo común, lo promedio, lo generalizable, corresponde a la tradición y a la cultura y se va construyendo a lo largo de la historia. O sea, lo normal es un constructo humano, ergo es arbitrario, total y absolutamente arbitrario como las costumbres, buenas o malas, (para quién?), arbitrario como el idioma, como las palabras hermosamente arbitrarias, salvo las honomatopeyas (tan bellas ellas, como peque-peque...). Años y años de construcciones y luego años y años de de-construcciones. Quién define el statu-quo, el establishment, quién los establece? Me encanta jugar a la subversiva, subvertir el orden me seduce, siempre me ha seducido cuestionar. Ahora mismo mi hijo me pregunta, mamá, sobre qué escribes? sobre el matrimonio gay le digo, asuuu, cómo te gusta cuestionarte, me abraza y husmea sobre mi hombro, bacán, y se va, mientras que la pequeña me ofrece estadísticas sobre las parejas homosexuales en Europa , las tiene a la mano en su clase de historia-geografía. Compruebo con ellos que los paradigmas están cambiando, no es poca cosa que el tema haya dejado de ser tabú en los colegios, por lo menos en algunos. Habrá empezado a moverse la susceptible línea de la normalidad? El mayor es más duro, él que parecía tan open-minded, me está saliendo medio tradicionalón, qué chiste! Ni él ni su enamorada me dan la razón, pero podemos mantener una conversación alturada. Arbitrariedad hay en mí también, por supuesto, tengo varios amigos gays, muy buenos amigos, y son personas de primera, tan íntegros que les confiaría a mis hijos, algo que no haría con muchos héteros. Su homosexualidad es una condición más en su personalidad, -ni elogiable ni deleznable-, son así, y eso no los vuelve ni mejores ni peores personas. Si fuesen padres candidatos para adoptar a un niño o niña, sus múltiples virtudes los pondrían primeros en la lista. Claro, si los criterios para ello no tuviesen que basarse en la "normalidad". El recorrido de las ideas a lo largo de la historia es pendular, muy pocas veces el ser humano se sitúa en el justo medio y vivimos en un constante balancearnos de extremo a extremo, entendemos la vida por oposiciones y casi no tenemos capacidad de recordar lo que se siente al estar del otro lado. Creo que nos pasa lo mismo con respecto a nuestra sexualidad, más machos nos sentimos cuanto más nos diferenciamos de las hembras y más hembras, cuanto más rechacemos al hombre propio dentro nuestro. Este sí que es un tema tabú. Un amigo gay me hacía ver que la sexualidad es como un continuo, hembra a un extremo y macho al otro. Los seres humanos tendemos a tomar posición en los extremos. Por supuesto que allí la que manda es natura, o se nace con pene o se nace con vagina, y ese es el sello de fábrica. Pero, pero... natura no lo es todo, está el entorno, la familia, las emociones, los insondables caminos del alma...y del cuerpo...y algunas nos quedamos donde natura nos colocó y otros salimos de la base para explorar otros caminos...normal? anormal? para quién? Lo gracioso es que este mismo amigo se define como gay y niega cualquier posibilidad extra-gay. Y así se vuleve tan pendular como los hétero, gay con gay, hétero con hétero. Salir de base - que no es lo mismo que salir del closet- implica una toma de conciencia, y no tiene nada que ver con la promiscuidad, la rebeldía o el hartazgo. Salir de base es aceptar la dualidad en cada uno/una. Pero sobretodo la dualidad en el otro/otra. Aceptar su naturaleza, su opción, su posición o como quiera llamársele. Y esta aceptación demanda reconocimiento, no sólo tolerancia. Es dar un paso más. Es integrar. Derechos inlcluidos. Por eso me declaro abiertamente a favor del matrimonio gay, y a que las parejas homo sean consideradas como cualquier otra pareja, candidatas para la adopicón de niños. Normal nomás.


sábado, 8 de noviembre de 2008

algo de mí...


mañana voy a caminar por la playa, monda y lironda, esperando que llueva, para que salga el sol

y voy a regresar mojada toda, de pies a pelos y tiritando, para no resfriarme

y voy a mirar a través de las paredes que me clavaron al frente para encontrar el mar que no se me adhirió a la piel y voy a saltar 10 metros pa´rriba hasta aterrizar en el piso cuatro y como pulgarcita voy a dejar una estelita de arena para perderme cuando quiera regresar al mismo sitio y así obligarme a no ser reincidente y voy a mirar a todos lados antes de meterme solamente en mis asuntos y voy a encerrarme para no asfixiarme y voy a gritar para que nadie me escuche y voy a bailar hasta volar y voy a volar hasta encontrar el hilo de cometa que me regrese a la mano que me soltó y de esa mano voy a soltar el pavilo que enrollé...
Y voy a volver a la playa monda y lironda muy sequita y bien cubierta para ser esa otra que no se contradice y hace lo correcto, como no mojarse para no resfriarse y que no puede ver el sol a través de las paredes y que no come nada que la intoxique y que sólo bebe agua y no salta 10 metros y no deja estelitas y que siempre regresa a casa en automático porque es el único camino que conoce...

y voy a dar la vuelta y voy a ver a esa y a esa otra, una sujetando el pavilo de la cometa y la otra soltándolo...

domingo, 2 de noviembre de 2008

politically correct


Otra de las frases acuñadas por los gringos, tan útil, tan práctica, tan reveladora de su cultura. Para mi es simplemente un eufemismo. Politically correct = hipócrita. Qué agradable el ambiente = how fucking boring! Oh how very interesting = I don´t give a shit! Lo tomaremos en cuenta = mejor espero sentadito! Politically correct debe ser también no replicarle al profesor más de dos veces, pregunta sí, pero no re-preguntes mucho. O, lanzar un piropo, y más crítico aun, aceptarlo?? sexual harassment? la delgada línea roja de lo que es y no correct, dependiendo de si eres anfitrión o invitado al baile de los que sobran...apretón de manos o beso? de tú o de usted? bailo sola o no bailo o me cago en la hos... perdón...how very unproper! si decido decir la verdad y no inventar más excusas, no gracias porque tengo que estudiar y prefiero seguir con mi tesis en lugar de ir a tu aburrido almuerzo en eisha!!!! goodness, los amigos que perdí, Baily se quedaría chico. My dear husband me pregunta por qué tanta soberbia, no sé la verdad, es que ya me llegó tanta payasá. El 31 nos fuimos con la gente de la maestría a buscar un barcito en Pueblo Libre para ahogar nuestras penurias académicas post exámen de Mercadeo Social (by the way what a bitch!) y llegamos a los Heraldos Negros, bendito Vallejo que hasta bares en su nombre hay regados por los caminos de dios... weno, it was totally packed, así que a aplicar la viveza criolla con dosis de coquetería limeña y un poco de meneo de negra, y ya! I´m sorry pero a veces el género no funciona... (sí Cesarolo, estoy siendo alpinchista al máximo!) conseguimos que la mesita reservada fuera nuestra mesita resevada, oh how very incorrect!!! y entonces nos pusimos a cantar los valses de la vieja y nueva guardia mientras esperábamos (Fanny, Paul, Steph y yo) al resto de la tropa (Isa) cuando se desocupó una mesita al lado quisimos aplicarle a una de las sillas que quedaba vacía, así que se la pedí al nuevo ocupante y pareja, quien bien pendex me dijo, normal, aquí somos sólo dos y cada uno tiene sólo un poto... qué cosa, entons le contesté, OK gracias porque por aquí estamos esperando un poto más!!! Politically, socially, morally incorect???? no sé ah, pa´que me tientan pues, los códigos de los bares no son los mismos que los de los salones y la verdad es que me estaba sintiendo muy cómoda allí, de hecho, más que en eisha...todo estuvo perfeto hasta que el día de la canción criolla se convirtió en criowin!! horror!!! culturally incorrect!!! Fanny tuvo un ataque, a Paul se le desdibujó la sonrisa y yo que quería seguirles la cuerda con sus pifias y reclamos, sucumbí cual alienada al primer acorde del disco de los 80, oh how very, how totally, how so absolutley... no sé, no me calfico más.

Quizá sí estoy siendo soberbia, y mi little husband tenga razón. Hoy, en la calma de mi depa puntahermosino, sin sol y sin brillo, tengo ganas de mandar todo a la mismísima M, para sólo hacer lo que me salga del forro, y ser correct cuando me de la gana y si no me da la gana, también!














viernes, 31 de octubre de 2008

Attachment


El sushi es un pretexto de dos veces por semana para confesarnos nuestra amistad. Con ellos aprendí a comer con palitos. Me enseñaron los placeres del pescado crudo y las bondades del ochá, frio como caliente. Arroz, siempre blanco. Vino a veces. Nunca Inca Kola ni cosas de ese tipo, lo más cercano a Capón después de mi incursión primera de la mano de mi padre hace ya tantos años.

Nunca ordeno yo. Sólo sigo los códigos. A veces una sopa misoshiro, a veces defrente el sashimi. Me reconcilié con el wasabe porque me copié de la fórmula perfecta, ni muy muy, ni tan tan, lo justo y necesario, para que el sillao adquiera la categoría gourmet.

Son dos veces por semana, a veces sólo una. Caminamos hasta El Polo y abrimos el local, nunca hay nadie a las 12 todavía. Abusamos de nuestro tiempo de refrigerio y la hora se nos pasa tan rápido que ignoramos los relojes. La China exige, como buena, creatividad, diferencia, innovación. El Chino, observa con condescendencia y hace la orden. Yo sólo espero. Cualquier combinación que venga de la mezcla de ambos temperamentos ha de ser buena. Es rara esta relación triangular tan armónica. Nunca sobra nadie, pero tampoco falta, si salimos de a dos también está bien. Si es de a tres es mejor, sin embargo, hay una química especial en ese trío. Sin violines ni terceros en discordia. No hay attachment, pero de alguna forma lo hay. Ese fue el tema de nuestra conversa de hoy. El Chino no cede y la China no da tregua. Siempre opinan cada uno desde la orilla opuesta. Esa esgrima mental y verbal me encanta. El Chino dice que es una cuestión de temperamentos, la China dice que es un MUST en la vida. Que quien no ha sufrido de attachment no ha vivido. Esta vez concuerdo con ella pero no siempre es así. No fundamentalizo con ellos, nunca pongo nada en tela de juicio, estar con ellos garantiza mi derecho a la irreverencia, a ser yo cuando me da la gana y a no ser nada cuando estoy desganada, no tengo que esforzarme con ellos, sólo dejarme ser, en armonía y de a tres.

Hoy que me invitaron por mi cumpleaños fue aun más especial. Debe haber sido por el vino rosé. Nos soltó la lengua al toque, aflojó las emociones, dilató las papilas gustativas y prendió el pálido rostro del Chino. Es un efecto que produce el alcohol en los de origen asiático, y aunque él solo tiene 25% se pone como un camarón, mientras que a ella, China en 75%, no se le mueve un pelo. De regreso seguíamos elucubrando sobre las relaciones, encendidos por el vino y felices por la conversa. Bien terapéutico esto del sushi, con el rosé y el attachment, una combinación perfecta.

jueves, 2 de octubre de 2008

octubre: (...yo...)


Como es octubre mes de mi cumpleaños, pongo pausa, abro paréntesis, puntos suspensivos, me sitúo al medio, puntos suspensivos, cierro paréntesis.

Octubre para mi no es mes morado, es rojo, verde, naranja, y morado también claro, pero no de hábito. Llega todo colorido precedido por la primavera, y mi ánimo cambia, se sacude de invierno y se viste de fiesta. Me gusta celebrar, celebrarme, observarme, analizar la imagen que me regresa el espejo, igual, diferente, a la del año anterior. Me escudriño. Me renuevo, visualmente recorro lo que es y ya no es, lo que estaba aquí y ahora está allí, lo que no estaba y apareció, por arte de los años.

Sigo armando la ecuación, me descifro. Dentro del paréntesis, elevo mis senos al cuadrado, multiplico mi abdomen por cero. A mi cintura le saco la raíz cuadrada y a mis caderas nada. Formo un ángulo recto entre mi cuello y mi barbilla y a mis glúteos los encierro en dos perfectas circunferencias. Sigo en pausa, en neutro, como me gusta andar por la vida. En ese espacio donde puedo jugar matemáticas a mi manera todo es posible. Danzar sin movimiento, moverme otra vez como en el vientre de mi madre, estar toda húmeda y desnuda, flotar…girar… enredarme y desenredarme … larvar… regresar al embrión, a la célula primigenia, impulsada por un torrente, explotar en mil, descomponerme infinitesimalmente, recomponerme hasta el chi cuadrado… en octubre abro un paréntesis, puntos suspensivos, me sitúo en el medio, cierro paréntesis.

Octubre para mi no es el mes 10. Es el mes cero del año cero de la era que así se inicia, en un paréntesis. Octubre para mí es una paleta de colores, que se expanden a la velocidad de la luz, y que nadie puede ver, sólo yo, en mi paréntesis. Donde el rojo va a parar a mis labios, el morado a mi sexo, el negro a mis cabellos y el marrón a la cima de mis montes.

Octubre me pinta de cuerpo entero. Octubre me suspende el alma. Octubre me activa el deseo. Octubre me arma y me desarma.

domingo, 14 de septiembre de 2008

como dos piojos...


Si tú no fueras como eres y yo fuera como soy.
Si las palabras no dictaran y menos la razón.
Si el oído dejara de ser la chispa más proclive a encender
Y la voz su combustible
Y la piel el papel
Y el olor el oxígeno.

Si fuéramos dos piojos en una mata de pelo
Quizá nunca nos habríamos encontrado
Como hijos o hermanos no deseados.

Pero el 1 y el 2 siempre van uno detrás del otro
Y no hay forma de contar de otra manera.
Sea de atrás para adelante o de adelante para atrás.

Por eso eres como eres y yo no soy como soy.
Por eso somos el piojo del otro, no deseado.
El hermano, no deseado.
El hijo, no deseado.

Me quiero reír y no puedo. Quiero asquearme y no puedo. Por eso no quiero escuchar más. No quiero oler, ni pensar. Mucho menos dictar. No quiero. No puedo contar ni al derecho ni al revés. Total, ¿cuál es el derecho y cuál el revés?!
Tú primero y yo después. Yo antes y tú nunca. Tu siempre y yo casi.
De hecho, dos piojos. Y los piojos no huelen, no escuchan. Viste?

jueves, 11 de septiembre de 2008

CARADURA

= CARADURA

La revista Caretas debería relanzarse al mercado con nombre nuevo. Caradura sería el más acertado. Caradura no por equivocarse, caradura por no reconocer sus errores.
Referirse al candidato demócrata a la presidencia de los EEUU como “zambo” no es cosa graciosa. Me pregunto, ¿cuál era la intención de la carátula de la edición del jueves 4 de setiembre? Para conocer la reacción que ésta podría generar se la mostré a varias personas en diversos contextos. Primero fue la risa, segundo y sólo en algunos casos, la reflexión. Caretas tiene demasiados años diseñando carátulas “ingeniosas” como para no anticipar la reacción que éstas producirán en sus lectores. Me atrevo a afirmar que Caretas intencionalmente buscó la mofa, la burla, la risita disimulada de quien no reconoce el racismo ni aun cuando lo tiene frente a sus ojos por ser cómplice del mismo. Referirse al candidato Barak Obama como ‘tío zambo” es ofensivo. Si existe la necesidad de hacer alusión al origen étnico del candidato - porque resulta relevante histórica y periodísticamente-, se pueden usar términos tales como afro-estadounidense, que resultan asépticos, no despiertan suspicacia y no hieren susceptibilidades. Caretas se equivocó. Pero Caretas es caradura. Caretas no reconoce sus errores. En la edición de hoy, llama la atención el cinismo con el que pretenden esbozar una justificación a su metida de pata. Lejos de rectificarse, se reafirman en su posición con argumentos insubstanciales.


El argumento del apelativo cariñoso: para reflexionar sobre el mismo, propongo acceder a este enlace del texto, Más allá del cholo: Evidencia lingüística del racismo poscolonial en el Ecuador (de Nataly Fletcher).
Si bien el texto analiza el uso de etnónimos (palabras con connotación racial) como cholo, zambo y longo, en el Ecuador, lo encuentro totalmente aplicable al Perú. Tira por tierra el argumento de Caretas. El texto mencionado explica por qué apelativos como “cholo” o “zambo” son aceptados al interior de un grupo humano, más no permitidos si vienen de foráneos:

“La tendencia de usar los etnónimos peyorativos como apelativos afectuosos entre personas de la misma etnia y clase no es exclusiva al español ecuatoriano. En el inglés de los Estados Unidos, el término peyorativo nigger se utiliza entre afroestadounidenses como expresión identitaria. Sin embargo, no deja de perder su carácter extraordinariamente peyorativo cuando se pronuncia por alguien que no proviene del mismo grupo étnico. Tal es el caso de cholito en el Ecuador.”

La intencionalidad marca toda la diferencia. Nuestro “Zambo Cavero” es nuestro, no fue bautizado por extraños, lo bautizamos los peruanos que nos re-conocemos en él. Es nuestro zambo, porque es el zambo que cada uno reconoce en sí mismo. Lo cito porque Caretas lo pone como ejemplo.
Mal ejemplo, pues. Qué pasaría si viniera un “gringo” a decirle a un chinchano, hey mi negro?

El argumento del “Cuadro de Mestizajes”: no resiste el menor análisis. Clasificar a las personas por su mayor o menor proximidad a lo que se considera blanco, refleja el racismo que cargamos como lastre desde la conquista y la colonia. Justamente fue desarrollado con el propósito de lo que hoy se llamaría “limpieza étnica”. El ideal de la blancura para el reconocimiento social. Más blanco, menos blanco según esta escala de colores infame, catalogando a los seres humanos por el nivel de mezcla, o mejor dicho de “pureza”. Blanco + negro = mulato. Cholo + negro = zambo. Cuadro de fórmulas que lejos de reivindicar la mezcla, la estigmatizaba para justificar la dominación. Si la ignorancia es soberbia, Caretas utiliza este argumento con tal caradura que peca no sólo por ignorancia sino por soberbia.

Esperar una rectificación de Caretas sería como pedirles que cambien su mentalidad retrógrada. Eso, mientras sigan teniendo como referentes “Cuadros de Mestizaje” de la época colonial es más que improbable. Mientras tanto, seguiremos llamándolos “caradura”, así con cariño, porque son de casa nomás, felizmente.

lunes, 1 de septiembre de 2008

señales


No hubo presagios que anticiparan los hechos. O tal vez los hubo pero no supe interpretarlos.” (de Laura Restrepo en Dulce Compañía)

Primera señal: me resfrié de la nada y ya va una semana.

Fue durante la asesoría de tesis, en un pabellón gélido. Empecé a moquear y hasta ahora no paro. De los remedios naturales a las pastillas, pero nada. Mi nariz, primero un tomate, ahora un apio seco.

Segunda señal: me mordió un perro dentro de mi casa.

Aun no salgo de la estupefacción! Sami es un perro de finca, según su dueña, una mujer negra casada con un alemán. Viven en Lima mientras la hija termina los estudios y luego parten a sabediosdonde. No me interesa tampoco, pero me tuve que soplar la historia mientras me enseñaba el récord de vacunas de Sami, un perro chusco, hijo de Kira, una perra fina. Y a mí qué, igual me mordió el chusco, pasó por mi puerta que estaba entreabierta, se metió y zaz! Me cogió la pierna con sus dientes desgastados, lo cual es peor creo, porque la herida no es una incisión limpia, es un desgarro. Me pusieron la antitetánica y estoy tomando antibióticos. La herida está mejor pero sigo frickeada.

Tercera señal: Renato perdió el celular nuevo.

Lo dejó en un taxi. Venía de la casa de Harry Chávez. Harry es un artista joven con una propuesta interesante. Está ayudando a Renato con un cuadro. El cuadro es para Arte para una Sonrisa. Lo que se recaude será para operar a niños con labio leporino. Una buena causa que no causa asombro alguno en mi hijo. Sólo aburrimiento, cumple por cumplir, no le pone empeño, ni alma, ni vida ni corazón. Será porque a su novia tampoco le interesa? Lo que no fluye no corre, nunca debí proponerle esta hazaña, la ha tomado como una obligación y esa no es la idea. Por eso perdió el celular, para desconectarse. Yo ya lo siento desconectado hace rato.

Cuarta, quinta y etcétera…

Las estoy esperando, las buenas señales. Tal vez las hay, pero no sé interpretarlas ahora. Siempre lo supe, qué me estará pasando?

jueves, 7 de agosto de 2008

él queriéndome tanto...




El queriéndome tanto y yo dejándome querer
él perdiendo la paciencia y yo haciéndosela perder
yo remando rio arriba, remando rio abajo, remando, remando
él anclado en la playa
yo regresando a la playa, yéndome de la playa, volviendo a la playa, dejando la playa
él tan harto, yo tan conchuda
yo acusándome tanto
él perdonándome otra vez
yo auscultándolo tanto y él disfrutándome tanto
casi no hay dos para el tango
hay tres, hay cuatro, hay cinco, hay seis
la king size se hace inmensa, se hace pequeña, crece, se achica, desaparece
él buscándome tanto
yo de tanto en tanto encontrándome, a su costado, encima, abajo, atrás
él dejándome ser
yo dejándonos ser

domingo, 3 de agosto de 2008

Concurso Blogs Peruanos, Estamos buscando a los 20 mejores Blogs del Perú
Páginas Amarillas

viernes, 25 de julio de 2008

así somos l@s peruan@s!!


La oficina se alborota. Preparativos de último minuto para el brindis de Fiestas Patrias.
Vengan de rojo, vengan de blanco, y no se olviden la escarapela, yo traigo pisco tu traes cancha y así armamos la fiesta chicha!
Siempre de última hora, así somos los peruanos.
Siempre buscando motivos para celebrar, así somos los peruanos.
Desempolven sus guitarras muchachitos del ayer, saquen lustre a sus cajones y despejen las gargantas. Valses, polkas y huaynitos, Azcues, Abelardos y Pinglos, todos a nuestro alcance, apretando un botoncito, que viva el youtube carajo!
Que vivimos del ayer, así somos los peruanos.
Que donde entran dos entran tres, así somos los peruanos.
El himno nacional en versión chill out, un raviol relleno con ají de gallina, el Grupo 5 de exportación, el chullo y el poncho en las pasarelas del mundo, de qué estamos hablando los peruanos? Hablamos el mismo idioma los peruanos? Y no me refiero a las lenguas y dialectos que nos convierten en la torre- de-babel- andino- amazónica- más- diversa- del- planeta- con- toques – afro- latino – andino – shipibo – asháninka – aymara – quechua – aguajún – mestizo – criollo - saltapatrás y ya ni sé qué más. Qué mensajes damos los peruanos? Una nación caótica que se ordena para enfrentar la globalización? Muchas naciones en busca de una identidad? De qué hablamos los peruanos?
Siguen los preparativos. Me han pedido que baile marinera. Es que no hay celebración sin baile. Así somos los peruanos.
Los discursos de rigor, y los rajes por supuesto, así somos los peruanos, mucho ruido y pocas nueces. Mucha fiesta y poco espíritu. Mucha risa y poca entrega. De compromiso ni pisca! Y de tolerancia, menos!
Pero pa’chupar juntos, ahh… yo te estimo, yo te aprecio, tu eres mi hermano del alma, mas cuando el trago mengua, si te ví, no me acuerdo.
Qué ironía y qué cinismo y cuánto protagonismo. Así somos los peruanos. Con nuestro choligud a cuestas, laisis y laidis, tulas y señitos, urracas, maracas y pitos. Y del fútbol, ni medio gol, pero harto laberinto en hoteles 5 estrellas y en sets de TV, qué circo!
Así somos los peruanos!
Igualito me preparo, me visto de rojo y blanco, me hago trenzas y me rayo escuhando marineras mientras canto a voz en cuello por toda la carretera.
Por qué? porque soy peruana, que chu… y salud!

viernes, 27 de junio de 2008

había una silla vacía


Había una silla vacía, como siempre. Pero ésta no era para ser ocupada por cualquiera. Después de todo, no es cualquiera el que deja una silla vacía. Una silla queda vacía cuando alguien se va, se nos va. Una silla vacía no es una silla sin nadie. Una silla vacía es una silla sin alguien. Aunque sea ocupada temporalmente por cualquiera, sigue siendo una silla vacía, porque cualquiera no es alguien. Cuando era pequeña y salía con mi padre, siempre había no una, sino muchas sillas vacías. Yo creía que él estaba un poco loco, medio zafado, porque insistía a los mozos que dejaran los cubiertos en esas sillas vacías. Hasta les hacía servir comida, a veces. Hasta les ponía copas y brindada con cada una, con cada silla vacía. Y así crecí. Con muchas sillas vacías crecí. No recuerdo en qué momento se borraron de mi vista, desaparecieron. Será cuando tuve mis propias sillas bien ocupadas por alguien, más alguien, más alguien, más alguien, más alguien y yo. Ahora, no quiero y no voy a ver más sillas vacías. Que no me las pongan en frente porque el que se fue a barranco perdió su banco. Mis sillas no admiten más comensales ausentes, nunca más.

jueves, 19 de junio de 2008

Te regalo una idea


Me gusta regalar ideas. Me vienen y me van, son volátiles, pero cuando logro agarrar una al vuelo, no la retengo mucho, la ofrezco. Las voy entregando por allí a quien las necesite. Creo que es lo que mejor sé hacer, tener ideas. No las maduro mucho, no las incubo ni las macero, sólo las suelto, fresquitas, tiernas, ligeras, fáciles. Quienquiera las puede aprehender, pueden apropiárselas, no cobro, ni intereses ni regalías ni reclamo derecho de autor ni maternidad alguna. No podría hacerlo, no me consta que sean originales, son probablemente el fruto de mi promiscuidad intelectual, de andar picando de todo lado, entusiasmándome con corrientes de pensamiento, enamorándome de autores y flirteando con teorías. No sé cuándo las engendré ni reconozco padre alguno, pero me alegra cuando son adoptadas y las veo florecer en otras mentes y plasmarse en la realidad gracias a otras manos.
Por eso me gusta regalar ideas, porque es lo que sé hacer y no me cuesta. Además hay algo de malicia debo confesar, no soy tan desprendida. Y es que cuando alguien las toma, vienen muchas más, por montones, y así no me quedo seca.

martes, 17 de junio de 2008

Qué redículo (sic) mami…


Bienaventurados los niños que no temen al redículo, se ríen de sí mismos y de los demás y van con sus deditos apuntando verrugas, cicatrices, calvicies, taras de toda índole sin clemencia y sin piedad. Qué desnudos nos presentamos ante sus ojos, que ven más allá de lo evidente. Qué vulnerables a su inocencia que nada se calla. A su naturalidad para preguntar acerca de cualquier cosa que les llame la atención con espontánea curiosidad y sin aparentar sabiduría.



Por andar de preguntona me he expuesto al redículo varias veces. Por hacerme la sabionda también. Como a los adultos sólo se nos permite comentarios inteligentes, debemos ponderar con sumo cuidado las oportunidades que tenemos de callar. No vaya a ser que les pase lo que a mí:


Les cuento, lo que me sucedió cuando entré a trabajar en la Embajada Británica. Resulta que un arquitecto super reconocido y de apellido rimbombante que por supuesto no puedo recordar, el que diseñó el Hotel Sheraton nada menos, llegó de invitado a una recepción en la residencia del Embajador. Como funcionaria de prensa y RRPP mi obligación era “mingle” o sea, mezclarme entre los invitados y fungir de anfitriona. No se pueden imaginar el stress que me causaba tener que “mingle” sin conocer a nadie a los 27 añitos. Bueno, igual, me lanzaba a la piscina de las conversaciones impostadas y forzadas en busca de algún incauto que se dignara seguirme la cuerda. Y así, me presenté con el distinguido arquitecto de apellido rimbombante cuyo nombre no puedo (ni quiero) recordar. Yo había leído en alguna parte que el Sheraton había sido levantado en el lugar donde alguna vez quedó la penitenciería de Lima. Inspirada por mis conocimientos generales, lancé el comentario más desatinado de mi vida. Así que usted remodeló la penitenciería para convertirla en es hermoso hotel, cómo hizo? El tipo, con justo enfado, me espetó que cómo me atrevía a insinuar que su hotel era una cárcel, y si no me dijo ignorante creo que fue más por apego a sus modales aristocráticos que por compasión a mi estupidez. Qué redícula, pero que cague de risa de mi misma, me libera reconstruir la escena y poder señalarme con mi dedito de niña traviesa. Así se aprende pues, a cocachos.

Pero con esa no me quedé curada. Ya trabajando en USAID tuve que visitar el Palacio de Torre Tagle para preparar una ceremonia de firma de un convenio. Toda una experta según yo en el trato con diplomáticos luego de más de 15 años en estos avatares, llego canchera y pregunto por mi contraparte. Un señor muy amable, qué casualidad, de apellido rimbombante que no recuerdo ni quiero recordar, me recibe con suma cordialidad y me hace pasar al Salón de Tratados. Se excusa porque la Marquesa de Torre Tagle no podrá estar presente, porque debió viajar para unas restauraciones. Yo le pregunto, y qué obras va a restaurar la Marquesa de Torre Tagle y el noble caballero me responde con una mueca que no quiero interpretar, “no, no va a restaurar, va a ser restaurada, la Marquesa de Torre Tagle es una pintura”, requeteplop!!!! Y allí me quedo yo toda expuesta con mi ignorancia sin saber qué decir. Y recurro ahora a mi dedito infantil a señalarme a mi misma como terapia lúdica para reconocerme en toda mi candidez y volver a reírme de mi misma, con perdón de la Marquesa.

Últimamente, más suelta de huesos, cuando no sé algo me callo, cuando lo sé a veces también, y espero la intervención del otro. Me permito ser visible cuando puedo aportar algo constructivo y no por simple afán de figuretismo, es que la vida enseña pues. Pero hay circunstancias, bueno hay circunstancias que te hacen pisar el palito…

En una playa del kilómetro cientoveintitantos de la Panamericana Sur, cuyas coordenadas me acuerdo perfectamente pero no voy a revelar, vive una pareja de amigos encantadores. Estos amigos encantadores nos invitaron a mi familia y a mí a pasar Año Nuevo a su encantadora playa donde se organizaba una encantadora fiesta. Llegamos temprano el 31 de diciembre y como corresponde a una señora que se respete (esa ni yo me la creo, jajaja) ofrecí ayuda a la anfitriona. Ella me dijo encantadoramente que ya todo estaba listo pero que en un ratito me llevaba al “club Jauja” para enseñarme la disposición de las mesas. ¿Club Jauja?!! Yo me emocioné por la inesperada diversidad y tolerancia cultural de aquella encantadora playa, realmente rompía todos mis esquemas pensar en la posibilidad de encontrar un club de provincianos en un lugar tan encantador como ese. Qué prejuiciosa Mabe, me dije a mi misma, debes otorgar siempre el beneficio de la duda. Y en esas disquisiciones estaba cuando la risa de unas encantadoras amigas de mi encantadora amiga me traen abruptamente de regreso a la realidad diciéndome, ajj Club Jauja, cómo se te ocurre, Club House, mamita, Club House, dónde crees que estás?!!! Redícula de toda rediculez, felizmente redícula, orgullosamente redícula, de ser tan desubicada y andar confundiendo lugares y personajes, me señalo a mi misma con mi dedito infantil, ay Mabe, qué redícula eres.

viernes, 13 de junio de 2008

Cosas que aprendí de mi padre:


A buscar en el diccionario
A hablar por teléfono
A saludar con amabilidad
A declamar (…érase una viejecita sin nadita que comer, sino panes, tortas dulces, leche, huevo, pan y pez…)
A bailar marinera limeña
A caminar con garbo
A amar la música criolla
A tomar el menestrón con aceite de oliva y queso parmesano
A picar, comer poquito muchas veces, nunca con las manos
A mezclar los sabores en el chifa
A p-r-o-n-u-n-c-i-a-r las palabras, saborearlas antes de decirlas y no simplemente dispararlas de mi boca como metralleta
Muchos sinónimos
Ninguna lisura (esas las aprendí después)
A no decir música negroide sino música negra
A conocer a Abraham Valdelomar a Sebastián Salazar Bondi a César Vallejo a Chabuca Granda y a Nicomedes Santa Cruz (entre otros)
A enamorarme de Lima (“La Horrible”)
La letra completa de José Antonio con todas sus estrofas (su himno)
A tener las manos pulcras
A dejar el baño desordenado (esto lo desaprendí ahora que soy madre)
A no soportar arrugas en los cuellos ni en los puños (esto es in-desaprendible)
A contar cuentos (… un cuento, intención muy sana me induce a contarte un cuento, si sale mal, pues lo siento, mas quien no arriesga no gana, a la luz de esta verdad iré al instante a la obra, bien sabe Dios que me sobra, innegable voluntad…)

Mi profesor de la clase de liderazgo dijo algo que me marcó: “todo lo que los padres nos enseñaron es correcto”. Haciendo este recuento, compruebo que es verdad. Todo correcto, todo con amor… todo correcto porque fue con amor…

jueves, 12 de junio de 2008

azarosa travesía por una maestría ...


Bitácora:
Llevar un cuaderno de bitácora es toda una experiencia. Nos convierte en marinos mercantes, en piratas, en corsarios, en hombres y mujeres de mar. Surcando océanos, remontando corrientes, desafiando tormentas, buscando aventuras, sobreviviendo naufragios. Metidos en un mismo barco, los que llevamos la Maestría en Gerencia Social tenemos expectativas diversas. Por supuesto, diversos niveles de exigencia. Para mí, -porque hablaré desde mis percepciones-, esta travesía ha sido extraña. Es muy extraña.

Primer tramo de la travesía:
Cielo despejado. Viento a favor. Grandes expectativas de la tripulación al momento de zarpar.

Esperamos llegar a buen puerto y con un bagage incrementado. Las bodegas están vacías, hemos hecho espacio para todo lo que iremos encontrando en el camino. Esperamos instrucciones del capitán. Este aparece muy esporádicamente. Qué raro. Las cuatro ciudades que visitamos en este tramo han estado llenas de sorpresas. Ha sido enriquecedor. Los tripulantes se empiezan a congregar en torno a intereses comunes, se complementan, se vislumbran los primeros grupos. Algunas deficiencias en la coordinación del viaje se empiezan a hacer evidentes, pero el capitán traslada responsabilidades, se pone a la defensiva.

Segundo tramo de la travesía:
Travesía accidentada. Grandes oleajes de frustración, desánimo a bordo, intento de motín, soplan vientos de esperanza pero no insuflan las velas suficientemente. Parte de la tripulación abandona el barco, otra cambia de ruta. Se busca arbitraje de la autoridad marítima, ésta se compromete a tomar cartas en el asunto pero no aborda el fondo del problema.

He sentido que este barco ha estado a punto de zozobrar, de encallar, de hundirse irremediablemente frente al estupor de algunos y la indiferencia de otros. Por eso, opté por el motín a bordo. No dio resultados. No tenemos capitán, ni siquiera timonel. ¿A quién puedo tomar de rehén, a quién llevar al palo o a quién aventar por la borda sin salvavidas? Esta travesía tampoco tiene ruta. Zarpamos de un puerto con rumbo fijo, pero las corrientes nos han llevado por aquí y por allá, nos desvían a su antojo. A falta de capitán, un grupo de sublevados hemos elevado las velas y estamos aprovechando los vientos favorables que se presentan para avanzar con mucho esfuerzo. Nos estamos curtiendo, con el sol, con la sal, con la decepción. Nos estamos desafiando. Tratamos de manejar la frustración, pero ésta se presenta a cada momento en oleadas enormes. Nos estamos cuestionando, pero no hay referentes. Queremos retomar el rumbo, pero en vez de brújulas, astrolabios, cartas de navegación o cualquier otro instrumento útil, sólo encontramos pinzas (para tomar las cosas por encima nomás), tijeras (“para cortar por lo sano”) y serruchos (para abrirle el piso a quien estorbe). Las ciudades visitadas hacen que las penurias tomen algún sentido. Nos adormecemos por un momento, encandilados por la maestría de los anfitriones. Pensamos que el albur ha jugado a nuestro favor y que aun sin capitán, podemos capitanearnos nosotros mismos. Pero, el capitán reaparece y reclama autoridad. Nos acusa de sublevación. Busca chivos expiatorios. Recurre a la autoridad marítima. La autoridad marítima nos manda llamar. Entramos a juicio. Salimos redimidos. El capitán hace mutis. Simplemente, desaparece de escena.


Tercer tramo de la travesía:
Hemos sobrevivido a un conato de naufragio. Las velas están hechas jirones. Las parchamos. Decidimos continuar y si es necesario, ponernos a remar para no quedarnos en medio del océano, en medio de la nada. Las bodegas están medio llenas para unos, medio vacías para otros. La tripulación está dividida.

Hubo demora en re-iniciar el viaje. Las fallas de la coordinación aparecen ahora con patética evidencia. Regresan las olas de frustración en metraje inconmensurable. Nos tenemos a nosotros, nos tenemos a nosotros, repetimos para no exasperar, algo bueno depararán los lugares que visitaremos en este tramo. Llegamos a una isla. Parece inexplorada… para algunos es como un deja –vu, otros simplemente caminan como en terreno minado. Los anfitriones no dan respuestas, sólo exacerban las preguntas. A pesar de ello, la estadía en la isla nos permite un respiro, tomar distancia de lo recorrido hasta este punto, poner las cosas en perspectiva y en introspectiva. Me siento muy cómoda allí. Me recargo de energía y siento la energía de mis compañeros y compañeras. Algunos chapotean en la orilla, otros nos aventuramos en aguas profundas. Salimos exhaustos pero felices. Lástima que sólo sea eso, una isla.

Continuará…

miércoles, 4 de junio de 2008

Falla de fábrica


Falla de fábrica
left handed, right “brained”

Soy el producto de una extraña combinación. Me manda el hemisferio derecho de mi cerebro pero obedece el lado izquierdo de mi cuerpo. Soy zurda.

Seguramente debe ser una falla de fábrica. El tema es que no vine con garantía y no tengo a quién reclamar, no se aceptan cambios ni devoluciones.

Algunos resultados de esta fórmula:

Me negué a las matemáticas y me entregué a cada letra del alfabeto como si yo misma las hubiera inventado. Son mis hijas, mis madres, mis hermanas y mis amigas. Los números en cambio, no existen para mí, salvo en las calculadoras. Si los ví, no me acuerdo.

Esto obviamente me ha ocasionado una serie de desperfectos en el funcionamiento que no he tratado de suplir sino de sobrellevar de la mejor manera. Para eso me sirvió ser zurda, para aprender a sobrevivir en un mundo hecho para y por los otros, o sea, los diestros.

Mi zurdera entonces me ha abierto horizontes:

Desde pequeña tuve que aprender a usar tijeras hechas para diestros, escribir en carpetas hechas para diestros (a mano alzada), a comer sin levantar el codo (para no chocarme con el del costado, que obviamente, era diestro). Todo esto con tal ímpetu, que mi cerebro recreaba simultáneamente el derecho del revés de cualquier objeto que detectaran mis ojos. Por eso creo que los zurdos tenemos doble lateralidad, porque aprendemos a ver el otro lado de las cosas, simétricamente en nuestros cerebros.

Y así ando por la vida, derechito por el camino torcido, enderezando mi zurdera con el hemisferio derecho de mi cerebro y recogiendo letras de aquí y de allá y descartando números de allá y de acá.

jueves, 29 de mayo de 2008

Compinches


Dos amigos conversan mientras revelan sus secretas identidades, él, se corrige sobre la marcha, ella, se hace la desentendida, que no es tener sensibilidad de género andar preguntando si él dijo él cuando comentaba sobre su último ex.

Dos amigos ríen mientras confiesan sus cuitas de amor, ella dijo él en un tiempo pretérito que no especificó, y ese él no era el él actual por supuesto, con tanta sublimación hubiera podido serlo pero sólo en la imaginación.

Dos amigos beben mientras construyen relaciones imaginarias con seres imaginarios en condiciones imaginarias, ensayan fórmulas mágicas para crear parejas perfectas con balances perfectos en universos perfectos, él habla de un príncipe/toro, ella de un príncipe/rana.

Dos amigos salen de un bar plagado de borrachos, aún más borrachos que ellos, ella le pide que le guarde la espalda, que las metidas de mano están a la orden del día, él le ofrece cuidarle el trasero como escudero.

Dos amigos descubren que la química es alquimia y no arritmia y que viene en dosis exactas de olor, color, forma, tamaño, frecuencia y cantidad, que la receta la halla cada quien con cada cual y que los moldes no calzan a todos por igual.

Dos amigos se van a dormir cada uno por su lado en complicidad secreta y en secreta complicidad.

miércoles, 14 de mayo de 2008

mujer habitada


(desde que leí a Gioconda Belli...)

Habitemos el templo que nos ha sido otorgado
Ocupémoslo, tomemos posesión, invadamos
Abramos cada ventana, rompamos los candados de las puertas
Desenrollemos las alfombras, lavemos las paredes
Corramos los velos y levantemos las cortinas
Que cada paso marque cada espacio, seamos territoriales
Que nuestra risa retumbe en cada rincón y nuestro llanto

Decoremos el templo que nos ha sido entregado
Pongámoslo hermoso, renunciemos al minimalismo
Recuperemos el horror al vacío, cubrámoslo de obras de arte, de tapices
Desperdiguemos flores, pétalos, prendamos el incienso
Respiremos el aire diáfano de la casa habitada con sus corrientes de nostalgia

Habitemos el templo, decorémoslo, habitemos la casa, ocupemos el espacio
Tomemos posesión, recorramos descalzos cada pasillo,
Hagamos el amor en todas las habitaciones y en cada una,
Bailemos en cada salón y en el patio, rociemos el perfume del amor y del recuerdo
y así, impregnados de él y él de nosotros, abandonémoslo, dejémoslo tranquilo y quieto.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Cómo será...


Cómo será mi piel junto a tu piel

cómo será mi piel junto a tu piel

cardo o ceniza

cómo será…
(Chabuca Granda recompuesta)


El recuerdo de las sensaciones. Las sensaciones del recuerdo. Todo se mezcla. Leí que las emociones son los pensamientos llevados al plano físico. Un cuerpo estimulado que se eriza como cardo. Un cuerpo quemado que se deshace en cenizas. Cómo será…

Mi cuerpo piensa y cada poro emite una señal, cómo será… las manos se alucinan en vuelo, cómo será… el cuello pretende estirarse como jirafa, cómo será… mi eje/columna – vientre/centro se separan, cómo será… una pierna decide no seguir a la otra, cómo será…

Los hombros y las caderas juegan a la balanza descompuesta y reparten mi peso a su antojo, me descuadran, cómo será…

El ombligo se revela y recorre mi panza en busca de mejor posición, en sentido horario, en anti -horario, sube y baja, baja, baja… cómo será

La piel se camufla de cardo y el pelo de ceniza, las yemas de los dedos se resienten de tanta aspereza, cómo será…

La lengua quiere una cavidad para ella sola y manda a pasear a los dientes se acomoda y se apodera de mi boca, cómo será…

Los lunares ensayan trazos en mi piel y la pigmentación se altera, quedo tatuada de los pies a la cabeza, mis marcas se borran y mis botones se desabrochan, estoy toda expuesta, cómo será…

Así será…

domingo, 20 de abril de 2008

glosario del apego



Cachibache: objeto sin ningún valor material que se apodera de espacios vitales




Cachibachero: sujeto que acumula cachibaches a los que les otorga un valor simbólico




Closet: espacio para guardar cachibaches




Walking closet: closet amplio para que el (la) cachibachero(a) camine entre sus cachibaches




Azotea: cementerio de los cachibaches que perideron su valor simbólico




Minimalismo: tendencia post-modernista que asesinó al "cachibacherismo"




Horror al vacío: síndrome del que sufren los cachibacheros




Arquitecto/diseñador de interiores: terapeuta del cachibachero




Remodelación: terapia de choque aplicada por el arquitecto en casos graves de "cachibacehrismo"




Notas a pie de página:




  1. Antes de pensar en la terapia de choque, - que desgasta y cuesta caro- se recomienda pensar en las 3R, reciclar, reusar, recargar.


  2. En los espacios vitales que cada quien reserva para cada cual, nadie ni nada es imprescindible.


jueves, 17 de abril de 2008

libélulas


Las libélulas me recibieron en el trabajo, justo cuando pasaba la caseta de seguridad, era casi un enjambre, volaban alrededor mío como helicópteros enanos reconociendo un terreno. Sonreí y seguí caminando, despacito para no espantarlas, hubiera querido que me acompañen hasta mi escritorio, invadan mi cubículo y se posen en cada uno de mis papeles, adhiriéndolos a sus patas para luego esparcirlos por todos lados, liberándome.

No importa, no puedo pedir tal sacrificio a animalitos tan nobles que sólo aparecen como portadores de algún mensaje indescifrable o para anunciar una visita. No importa que ya no estén conmigo. No importa si permanecen donde los encontré. No importa si reciben o no a otras personas. No importa si esas personas les prestan o no atención. Sólo espero que no los espanten, que no traten de aplastarlos, que no les den de manotazos.

Las libélulas me siguen rondando la cabeza, han decidido acompañarme a pesar de lo hostil de este ambiente. No las veo pero las siento. Hay un zumbido de aleteo casi imperceptible que está logrando aligerar la carga.

viernes, 11 de abril de 2008

Mi segundo lento




No voy a escribir sobre el primero, ese fue irrelevante, no me movió ni un pelo. El segundo, ese sí que lo recuerdo, me movió algo más que las hormonas. Ya verán:




Corría otoño de 1977 y sonaba “baby come back” melosamente, ruidosamente, en el tocadiscos (sí probablemente era un LP) de mi prima. De pronto, uno, dos, tres pasos y estaba frente a mí, debí levantar la vista como 15 cms para hacer eye contact. Antes de que le dijera si o no, ya estaba rodeando mi cintura con sus brazos de maquisapa, me daba como tres vueltas.




Ay, ahora qué hago, eso de que los codos interponen distancia no iba a funcionar, además, tampoco quería que funcione. Entonces, brazos al cuello namá, qué se iba a hacer.




Primero, la temperatura, luego el olor, aunque casi al mismo tiempo, temperatura y olor, luego la textura de la ropa, luego la sensación de la piel del cuello, de los brazos, del rostro, de la barba incipiente, del pelo, después, pero más cerca, la percepción de los micro-movimientos, como 60 kilos de huesos acomodándose en 1.75 de estatura, que llevaban armónicamente 48 kilos contenidos en 1.60. La “L” con la “i” como diría mi mamá.




Un inglés mascado en mi oído derecho, como un susurro, baby come back, I was wrong, and I just can’t live without you pan, pan, pan!!!, la típica guitarra eléctrica del rock lento de los 70, ese que se dejó de bailar, no sé por qué extraña razón, si era tan rico!




Cuando abrí los ojos noté que no nos habíamos salido de la loseta donde empezamos a bailar, pero yo sentía que me había llevado de norte a sur, de este a oeste y que habíamos recorrido toda la línea ecuatorial a pie en los tres y algo minutos que dura la canción. Ahora me río, pero así fue, la sacuara que me estaba sacudiendo de esa manera se quebraba de tal forma que mi pelo casi tocaba el suelo en cada ir y venir, como muñecos porfiados que se balanceaban sobre su eje. Ese muchacho esmirriado, moreno, de ojos enormes y brazos de tenaza se llama Polo Gallo, aun lo recuerdo, con una infinita ternura.

jueves, 10 de abril de 2008

tengo un secreto...




Tengo un secreto que es un grito porque es tan obvio que no lo oculto sino que se oculta sólo por el prejuicio



Tengo un prejuicio insano que no me atrevo y que se vuelve amago de intolerancia aunque lo dejo en lo más profundo de mi garganta para no herir a los que amo y no me aman


Tengo un amor dolido que es casi herida y cicatriz y marca de cuanto encanta y que me aleja a fuerza de despedidas de sus hermosas fauces y de sus garras


Tengo las ganas locas amarradas y las manos atadas y la boca tapada y la piel desgastada y la mente bloqueada y la tortura a flor de ojos a flor de lengua a flor de oídos a flor de cama


Y dejo allí el prejuicio, la intolerancia cada vez que entre sábanas arrancas todas mis taras, borras todas mis cicatrices, desatas todas mis ansias, torturas, trituras, y restauras mis locas ganas.

sábado, 5 de abril de 2008

the best of times, the worst of times




It was the best of times, it was the worst of times, it was the age of wisdom, it was the age of foolishness, it was the epoch of belief, it was the epoch of incredulity, it was the season of Light, it was the season of Darkness, it was the spring of hope, it was the winter of despair, we had everything before us, we had nothing before us, we were all going direct to heaven, we were all going direct the other way - in short, the period was so far like the present period, that some of its noisiest authorities insisted on its being received, for good or for evil, in the superlative degree of comparison only.
Charles Dickens, A Tale of Two CitiesEnglish novelist (1812 - 1870)


The best of times, when I dance with you


the worst of times, no dance at all







Danza la danza del estremecimiento para vivir el mejor de los tiempos desde las vísceras que se retuercen y que acalambran mi panza y encogen mis rodillas y luego las sueltan haciendo de mi espalda un arco y de mis caderas unas flechas a punto de salir disparadas.






The best of times, when we get laid
the worst of times, game over


Danza la danza del descanso para dejar secar el lienzo de mis pechos que hábilmente pintaste con los más inimaginables pinceles y volver a moldear la arcilla de mis glúteos a tu antojo.

The best of times, the shine in your eyes
the worst of times, the shine in your eyes



Danza la danza de las miradas que evaden y buscan y encuentran y desencuentran los ojos ciegos envueltos con un velo de para después que nunca caerá.






viernes, 4 de abril de 2008

Oda a mis huesos


Oda a mis huesos, esos, esos

Estructura, ura dura, pura
es, eres, soy, hueso, eso, eso
Pero también esqueleto, que tiento,
toco, roto, palpo, golpeo, martilleo
Pero que ignoro:
Cuando camino,
Cuando descanso,
Cuando salto, danzo, gozo, nado
te ignoro

Cuando llueve, cuando hace calor,
cuando hace seco, cuando hace mojado
te ignoro.
Pero estás aquí, omnipresente
tanto en mi adentro como en mi afuera
Porque mía, estructura pura, dura, ura
eres, cuando te palpo, cuando te siento, cuando te toco, poco a poco
cuando te ignoro.

Mabe
3 de abril 2008

domingo, 23 de marzo de 2008

disquisiciones en sábado de gloria


¿cómo escribir este post sin ser irreverente? lo fui postergando, pero es ineludible, tengo que exorcizar este demonio. La fecha es propicia. Cuando nos preparaba para la primera comunión, la Sra. Pérez usó un "brilante recurso pedagógico", dibujen en una libretita tantas flores como obras buenas hayan realizado en el día y piedritas como obras malas. Fui. Totalmente fui. Descubrí la culpa. Esa a la que Calamaro se refiere como un "invento muy poco generoso". La dichosa libreta se llenó de piedritas, cada día de dios, al pasar revista a mis actos de niña mala, había una piedrita que indefectiblemente aparecía en el cuaderno. Cuando la señora Pérez fue a revisar su inocente invento, se dio con la sorpresa de ver mi libretita plagada de piedras. Niña?!!!! qué has estado haciendo? me quedé muda. u omitiendo? seguí muda. O pensando? palidecí. O sea que la señora, soldada de cristo, pretendía invadir hasta el fuero más íntimo de una niña de 9 años. Aun hoy recuerdo ese episodio del oscurantismo religioso del catolicismo que una buena mujer, con toda su buena intención, vino a representar en toda su magnitud. Es que el infierno está empedrado de buenas intenciones dicen. No logro recordar sin embargo a santo de qué la compulsión por dibujar las piedras. Vagamente recuerdo la catequesis y la explicación del pecado original, ese que nos estampa la piedra con la que los católicos deberemos golperanos el pecho por el resto de nuestros días. Algo de eso debe haber sido. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa... siempre me rehusé a rezar el "yo pecador" y mucho más a golpearme el pecho, suficiente tuve con el calvario del cuadernillo dichoso. Sin embargo, eso no me hizo escapar del invento tan poco generoso, sigo dibujando piedras mentalmente, las que sólo logro borrar a veces al explorar otras alternativas espirituales. Aun así me queda una desconfianza visceral, algo debe haber detrás de cualquier oferta religiosa. Alguna treat or trick oculto o en letra chiquita al final del contrato. Por eso, siempre regreso al redil y sobretodo en fechas como ésta, amparándome en el dicho "más vale malo conocido..." desenpolvo mi cuadernillo mental a ver si logro encontrar más razones para dibujar flores.

jueves, 20 de marzo de 2008

alergia


tengo alergia


a las picaduras de insectos,

a los ácaros implacables de esta Lima húmeda y miserable

a los chistas racistas, clasistas, machistas y homofóbicos,

a los que los cuentan, a los que los celebran y a los que los consienten con cómplice silencio


a madrugar

a trasnochar

a madrugar después de haber trasnochado

a los aviones

a los hoteles de 3 estrellas

y al aire acondicionado


al polvo

a los perfumes baratos

a los billetes

y al talco


a los charlatanes

a la silicona, al bisturí

a los médicos, hospitales, consultorios, camillas y demás accesorios hospitalarios

(sobretodo los ginecológicos)


a esperar

a las colas, a los papeleos

al olor a gasolina, al tráfico, los micros y los microbuseros

también a los taxistas


a la ropa interior sintética

a la exterior brillante

a la comida chatarra

y a las uñas de acrílico


al plástico

al neón

al meón impune que riega las calles de Lima

y a las playas de Asia con sus casitas (casotas, cosotas) todas igualitas, perfectitas, huachafitas


a los malos modales en la mesa

y a los buenos modales en la cama

jueves, 13 de marzo de 2008

no tengo rostro


Soy una muñeca sin cara. Siglos de mezcla me han borrado el rostro. Yo misma he decidido mantenerlo así. No tengo nariz, ni boca, ni ojos, ni frente, ni pómulos ni barbilla, ni cejas, ni pestañas ni nada. Mi cara es un lienzo sin pintar. Mi cara es un espacio para crear, para re-crear. Mi cara es un universo incompleto, en formación, es una galaxia aun por explorar, la profundidad del mar donde nadie ha llegado aun. Toma un lápiz, dibújame, quiero unos labios bien gruesos, una nariz chata y ancha, unos pómulos planos y una frente prominente. Quiero ser negra. Ahora bórrame. Toma otro lápiz, pinta unos labios delgadísimos, una nariz aguileña unos pómulos agudos y una barbilla discreta. Quiero ser india. Bórrame otra vez. Toma otro lápiz, quiero ojos enormes, y una nariz recta, una boca mediana y una mandíbula cuadrada. Quiero ser blanca. Ahora borra todo. Quiero labios gruesos, nariz aguileña, ojos grandes y mandíbula pequeña. Vuelve a borrar, quiero labios finos, nariz gruesa, ojos rasgados y tez morena. Borra otra vez, vuelve a pintar. ¿Ya ves porque no tengo rostro? Soy todas y soy ninguna. Y tú, ¿cómo me ves?

martes, 11 de marzo de 2008

"Esito sería"


El tema intercultural me parece tan fascinante que estoy a punto de cambiarme de maestría. La Gerencia Social bacán, como instrumento de trabajo, como complemento en mi desarrollo profesional, como herramienta para el cambio que tanto urge en nuestro país. Pero (esta palabrita!), pero, pero, pero. Me está tentando la Maestría de Relaciones Culturales. Las relaciones interculturales han llamado mi atención desde siempre, aun sin saberlo. Desde la primera vez que llegué a la sierra a los 12 años, desde mi primer contacto con la pobreza, desde que escuché la primera palabra en otro lengua que no fuera la mía, desde que me dejé llevar por otros ritmos que no fueran el beat del corazón de mi madre, bum bum, bum bum, bum bum!. Me recorren por las venas estas ganas de aprehender TODO, los idiomas, los olores, los sabores, los colores, las expresiones, los silencios, las miradas, los gestos, el body language, cada manifestación del SER de una cultura.


No he viajado todo lo que querría, pero cada vez que viajo me impregno de un poquito de la esencia de los lugares que visito, y de su gente. Acabo de regresar de República Dominicana, no fui a la Cumbre de Río a pelearme con la sarta de ineptos jefes de estado que pueblan las casas de gobierno de nuestros emergentes países tercermundistas. Fui a participar en una conferencia de DOCs de Latinoamérica y el Caribe. Ese es mi título, no nobiliario por cierto. Soy una DOC, o sea, una Development Outreach and Communications Specialist trabajando para un oragnismo de desarrollo. Hay otr@s tant@s como yo, un@ por cada país de la región donde la pobreza sobresale como mástil de carabela surcando aguas tempestuosas. El paralelo me viene a pelo porque llegué a Santo Domingo sabiendo que la isla La Española fue la primera en la que Colón puso pie en tierra del Nuevo Mundo.

Los dominicanos se precian de ello, son graciosos, con sus eses suprimidas te van contando la historia, su historia: la primera calle, la primera catedral, la primera fortaleza, la primera torre, la primera prisión, etc. etc. Cual brasileros jactándose de la grandiosidad de su país “o mais grande du mundo”, los dominicanos claman ser los primeros en todo, bien por ellos. Los bolivianos con su modestia serrrrrana, por su parte, hacen gala de un dejo suavito (así dicen, no suavecito como nosotr@s), dulcecito, arrrrrrastradito (aunque no tanto como los colombianos) y te dicen todo en diminutivo. No son los primeros, ni los más grandes, pero sí los más cercanos a los peruanos. Los bolivianos tienen un dicho muy lindo, que refleja creo, algo de su personalidad. Como los peruanos, te dicen las cosas de forma figurativa, buscan giros idiomáticos deliciosos y llevan la práctica del diminutivo hasta extremos impensables. Por ejemplo: “esito sería” es la forma en que expresan que algo ya terminó, como el peruanísimo (o limeñísimo más bien) “ya fue”, sólo que mucho más suavito. También lo usan cuando quieren presentarte un trabajo terminado, cuando te van a cobrar, cuando se despiden, cuando dan por concluida una actividad, sea grande o pequeña. En uno de los paseos por Santo Domingo, la colega dominicana se apresuró aplicadamente a ilustrarnos sobre cuál fue la primera piedra que Colón pisó al llegar a América. Sin ofender, con cacha peruana le comenté, y sabes lo qué dijo? Ah, eso si no lo sé, me contestó. Dijo: “esito sería”, respondí. El boliviano y yo nos cagamos de risa. Complicidad inter-cultural, que le dicen.

sábado, 1 de marzo de 2008

mona vestida de seda



Yo vanidosa? presuntuosa? presumida? pretenciosa?insoportable? creída? detallosa? snob? fashion freak? hippie de boutique?

claro que sí, pero todo lo contrario también.

Mi padre me decía, mi zambita "coy coy" (que era el ruido que hacía cuando me chupaba el dedo), piernas de pato, patito feo, etc. etc.

Me pregunto, me habré vuelta una negra mona de tanta huachafería?

memoria y caos


La memoria es parte de la normalidad
Entonces por default/descarte
La anormalidad se define en parte
Por la falta de memoria
Por la ausencia de recuerdo
De ciertos episodios que
Por incómodos
Hemos decidido
Borrar de nuestro disco duro
Y así sobrellevar
Las culpas
Memoria selectiva
Hacerse los locos

Y en el laberinto
De la memoria
Terminamos reconstruyendo historias
Como aprendices de albañiles, electricistas, gasfiteros, maestros de obra
Carpinetros
Dejando cabos sueltos
Provocando cortos circuitos
Fugas, conexiones mal hechas
Y nos acercamos a paso más lento que seguro
Al estado ideal de normalidad
A ese en el que
Recordamos lo que nos conviene
Olvidamos lo que no tanto
Y le ponemos etiquetas de “para después”
A lo que nunca tendremos tiempo de encarar

Y cuando de pronto
Se nos viene encima la mudanza
Se agolpan los recuerdos
Deseperados a buscar su lugar
Para ser recordados/revividos
Rescatados/reivindicados
Y tomar posesión de cada espacio
Por mal construido o acondicionado
Dispuestos a llenarlos
A no darnos tregua
Ya más
Y por eso la demencia, el alzheimer
La mirada perdida, la confusión
La nitidez de lo que sucedió hace medio siglo
Y la bruma frente a lo que está a sólo cinco minutos de distancia

Hasta que cada pieza va encajando en su lugar
Y a fuerza de insomnio, reiteración, prolongadísimos lapsus
Ausencias, incongruencias – para otros-
Dejamos que la razón ceda el paso al caos
Para que se ordene
Para que la memoria se haga parte de la normalidad
Para hacernos normales
En el último suspiro, el aliento de cordura
La lucidez que nos llega
Como póstuma bendición
Y que legamos
Como herencia de gracia, para liberar – nos.

Mabe 3 de feb 03

jueves, 14 de febrero de 2008

romántica confesa ( y convicta)


Hoy es 14 de febrero. Para algunos, un día que celebrar, para otros, uno que ignorar y para una gran mayoría, uno que detestar. Para mí, tan festivo como cualquier otro día, siempre y cuando yo así lo decida. Y lo he decidido. Cada día es un día para celebrar:



  • si te despiertas a mitad de la noche y puedes acurrucarte a una espalda

  • si miras por la ventana, y aunque esté nublado, disfrutas del paisaje

  • si recibes una flor, y si no la recibes, la ofreces

  • si superas un dolor de cabeza que parecía que no te abandonaría nunca

  • si metes la pata con un comentario y tus hijos se ríen contigo y no de tí

  • si encuentras las plantas exactas en el lugar más azaroso para el rincón más aleatorio de la casa (Renatito dixit)

  • si vas de excursión a un mercado y las caseras que no te conocen te invitan tantas frutas, tan jugosas y tan frescas como dulces, que acabas empalagada de tanta cordialidad

  • si el único hombre que has amado platónicamente durante más de 20 años, te canta incondicional, toda la tarde hasta que te quedas dormida y cuando despiertas, el único hombre que puede comprender esa infidelidad sin reprocharte nada te contempla

  • si tu hijo de 14 te cuenta que está enamorado pero que la chica a la que le ha caído "tiene que pensarlo" y tu sólo quieres abrazarlo pero lo dejas ir con los amigos

  • si tu hijo de 19 te dice que su hermano está creciendo y tu lo miras y te preguntas, y tú, cuándo creciste dios mio?

  • si, simplemente si, es lo que te provoca hacer