Estoy leyendo un libro, es rayadazo! Lo empecé en la playa. Me encanta leer en la playa. Me evita tener que responder a conversaciones forzadas que no me provocan. Me libra de que me caiga compañía inesperada. Me redime del chisme de cajón de los balnearios limeños. Me relaja, me desconecta y me conecta con el mar, la brisa y, por supuesto, me bronceo mejor, voy rotando de posición cual pollo a la leña. En la playa soy un poco ermitaña. Nada gregaria. Yo y mi sombrilla. Yo y mi pareo. Yo y mi libro. Primero yo, segundo yo, tercero yo. Me permito ser egoísta. Pasa María. Me deja un helado de hielo de limón y una enorme sonrisa. Le agradezco a María. Inicio una corta conversación con ella. Hoy hay sol, la caja en que lleva los helados pesa más, me cuenta. Me pregunto, ignorante de los avatares de ser heladera, será algún efecto térmico sobre el teknopor? No mamita, que falta de idea. Lo que pasa que cuando sale sol, María con muy buen tino micro-empresarial, y conocedora de su negocio, se abastece principalmente de helados de hielo y esos pesan más que los de crema. María me deja una lección y se va discretamente. Yo le agradezco el helado y la enseñanza. Sigo leyendo. Estoy recostada boca arriba, tengo el pecho rojo y la barriga también. Hora de un giro. El autor me recomienda no pensar. La no-mente es el término que me seduce, pero más me captura el intento por asirlo. Craso error. No pienses dice el autor, y me recomienda concentrarme en una actividad actual y pegarme en ella. Me concentro en el helado. El hielo se pega en mi lengua. El acidito me hace salivar. Estoy chupando el helado con los ojos cerrados. No pienso, sólo disfruto del helado en mi boca y del sol en mi espalda. Me encanta el contraste. Me fascinan los extremos. Gracias María, nuevamente. Llegaste justo a tiempo para facilitarme la lectura. Continúo. Observa al pensador dice el autor. Me hace recordar a la Hoshi en sus clases de coaching. Observa al observador. Tomo distancia. Lo logro por un segundo, puedo separarme de mis pensamientos. Esta vez es el sonido. Me concentro en el de fuera para silenciar el de dentro. De fondo, las olas, perennes en su ir y venir; los gritos de los niños, un gordito que le dice a sus amiguitos que ya encontró petróleo en su hueco; un vendedor de anteojos, otro de collares; las tías discutiendo su tenida para la fiesta de año nuevo y los tíos poniéndose de acuerdo sobre el trago, ¿ya ven por qué prefiero estar sola?; regreso a las olas, me dicen mucho más. Bloqueo el resto, lo logro otra vez. Gracias mar, como siempre. Recién empiezo el libro y me inquieta lo que voy encontrando. Me alucina experimentar eso de la no-mente, de poder dejar los pensamientos a un lado. Han sido muchos meses grises y fríos, pensando y pensando, abusando de esta mente que siempre ávida me llevó a la Maestría para seguir entrenándose y demostrando que aun es fuerte, que es vital, que es lúcida, que es, que está, que puede. El autor me dice que la deje descansar, que no la juzgue, que no le atribuya valor, ni bueno ni malo. Que la ponga en stand by. Eso es lo que quiero hacer, por lo menos en lo que se refiere al estudio y mientras tenga al mar al costado y a María pasando de rato en rato. Así yo alivio su carga y ella la mía.
lunes, 31 de diciembre de 2007
Mente, no pienses
Estoy leyendo un libro, es rayadazo! Lo empecé en la playa. Me encanta leer en la playa. Me evita tener que responder a conversaciones forzadas que no me provocan. Me libra de que me caiga compañía inesperada. Me redime del chisme de cajón de los balnearios limeños. Me relaja, me desconecta y me conecta con el mar, la brisa y, por supuesto, me bronceo mejor, voy rotando de posición cual pollo a la leña. En la playa soy un poco ermitaña. Nada gregaria. Yo y mi sombrilla. Yo y mi pareo. Yo y mi libro. Primero yo, segundo yo, tercero yo. Me permito ser egoísta. Pasa María. Me deja un helado de hielo de limón y una enorme sonrisa. Le agradezco a María. Inicio una corta conversación con ella. Hoy hay sol, la caja en que lleva los helados pesa más, me cuenta. Me pregunto, ignorante de los avatares de ser heladera, será algún efecto térmico sobre el teknopor? No mamita, que falta de idea. Lo que pasa que cuando sale sol, María con muy buen tino micro-empresarial, y conocedora de su negocio, se abastece principalmente de helados de hielo y esos pesan más que los de crema. María me deja una lección y se va discretamente. Yo le agradezco el helado y la enseñanza. Sigo leyendo. Estoy recostada boca arriba, tengo el pecho rojo y la barriga también. Hora de un giro. El autor me recomienda no pensar. La no-mente es el término que me seduce, pero más me captura el intento por asirlo. Craso error. No pienses dice el autor, y me recomienda concentrarme en una actividad actual y pegarme en ella. Me concentro en el helado. El hielo se pega en mi lengua. El acidito me hace salivar. Estoy chupando el helado con los ojos cerrados. No pienso, sólo disfruto del helado en mi boca y del sol en mi espalda. Me encanta el contraste. Me fascinan los extremos. Gracias María, nuevamente. Llegaste justo a tiempo para facilitarme la lectura. Continúo. Observa al pensador dice el autor. Me hace recordar a la Hoshi en sus clases de coaching. Observa al observador. Tomo distancia. Lo logro por un segundo, puedo separarme de mis pensamientos. Esta vez es el sonido. Me concentro en el de fuera para silenciar el de dentro. De fondo, las olas, perennes en su ir y venir; los gritos de los niños, un gordito que le dice a sus amiguitos que ya encontró petróleo en su hueco; un vendedor de anteojos, otro de collares; las tías discutiendo su tenida para la fiesta de año nuevo y los tíos poniéndose de acuerdo sobre el trago, ¿ya ven por qué prefiero estar sola?; regreso a las olas, me dicen mucho más. Bloqueo el resto, lo logro otra vez. Gracias mar, como siempre. Recién empiezo el libro y me inquieta lo que voy encontrando. Me alucina experimentar eso de la no-mente, de poder dejar los pensamientos a un lado. Han sido muchos meses grises y fríos, pensando y pensando, abusando de esta mente que siempre ávida me llevó a la Maestría para seguir entrenándose y demostrando que aun es fuerte, que es vital, que es lúcida, que es, que está, que puede. El autor me dice que la deje descansar, que no la juzgue, que no le atribuya valor, ni bueno ni malo. Que la ponga en stand by. Eso es lo que quiero hacer, por lo menos en lo que se refiere al estudio y mientras tenga al mar al costado y a María pasando de rato en rato. Así yo alivio su carga y ella la mía.
jueves, 27 de diciembre de 2007
objet fétiche
Definición breve de fetiche. Objeto que trasciende su significado común para absorber, impregnarse, empaparse de la connotación que el observador desee darle. Pero no sólo eso. Objeto que habiendo sido seleccionado como la parte más significativa de un todo, devuelve al observador una serie de sensaciones, acumuladas, concentradas, potenciadas, exacerbadas, desencadenantes, con efecto gatillo, trigger effect, como dirían los gringos.
El cuerpo como fetiche
Ejemplo demasiado amplio para ser bueno. El fetiche es por definición, según Marco Aurelio Denegri, exclusivo y excluyente. Entonces, los pies como fetiche, las manos como fetiche, los senos como fetiche, el culo como fetiche. La boca como fetiche. Nunca el todo. Sólo las partes. Ahora, "esas" partes, las que por falta de entrenamiento me cuesta escribir, jamás serán fetiche, porque no representan, son. El fetiche no es, representa. Es un significado atribuido a un objeto de deseo, que no es el objeto de deseo. Es una traslación, si cabe el constructo.
La sublimación
No del amor, sino del sexo. Eros por eros. Hedonismo puro. Puro placer. Nuevos fetiches desafían todas estas definiciones. Por puro chiste, una cartera, los zapatos, ni hablar de las prendas íntimas, eso resulta trillado. Un USB? Por qué no? Concentrémonos en este adminículo. Es pequeño, pero puede crecer. Hace match en un puerto, tal cual. Es promiscuo, pasa de puerto en puerto. Es susceptible de contraer virus, y lo que es peor, de pasarlos, horror! Pero, se puede proteger, y de hecho, es protegido prolijamente, con cuanto Panda, AVG y etc. salga al mercado. Lo más bacán, tiene la capacidad de llevar consigo la información necesaria para la satisfacción del usuario, o usuaria, con sólo un clic! No pide más.
domingo, 23 de diciembre de 2007
mis propósitos de año nuevo
sábado, 24 de noviembre de 2007
volver a los 20...
domingo, 18 de noviembre de 2007
respeta mi espacio!
domingo, 11 de noviembre de 2007
querida mía de siempre...
quiero que sepas que ésto que escribo lo hago por tí y para tí, pero también por mí y para mí... no tenías tres años cuando te conocí, un sólo de pecas en una carita preciosa...sigues siendo la misma para mí, con todo y cuanto hemos recorrido juntas y separadas. Siempre he sabido de tí en mi interior, comparto muchas de tus inquietudes, te acepto tal y como eres y como has decidido seguir siendo, porque tu escencia es la misma.
Busqué aleatoriamente entre mis libros, saltó ésto, es de Osho:
"si piensas demasiado - y el pensar siempre es parte del pasado y del futuro- tus energías se apartarán del sentir. Sentir es aquí-ahora. Si tu energía se desplaza hacia el pensar entonces no dispondrás de energía suficiente para adentrarte en el sentir y el amor no será posible".
Querida mía, no pienes, siente. Siente como has sentido siempre, con intensidad, con fuerza y con toda la energía de tu ser, ama.
No somos tributarios de las desesperanzas de los otros y mucho menos de las esperanzas que sobre nosotros ponen los otros. Decidimos sobre nuestras vidas porque en buena cuenta es sobre lo único que podemos decidir. Bueno o malo, a quién le importa? a quién le debe importar? además, ya basta de tanto maniqueísmo! Somos lo bueno y lo malo, somos azúcar y sal, ángel y demonio, hembra y macho, todo en uno. Somos lo que sentimos que somos, para qué racionalizar? qué dolor de cabeza pequeña, eso déjaselo a los maniqueos, a los que no dan un paso paralizados por el miedo, a las estautas de sal que se quedaron estáticas pegando sus miradas al pasado y a los que tropiezan a cada paso por vivir pendientes del futuro, o del que dirán.
Sabes que aquí cuentas con un espacio, cuentas con nosotros todos, con nuestro amor de siempre, aceptación de siempre, respeto de siempre, incondicional.
martes, 6 de noviembre de 2007
sueño recurrente
Tengo varios libros de interpretación de los sueños. Me gusta el de Clara Tahoces que me regaló Rafael en la navidad del 2002, qué horror, ya van a ser 5 años! Lo consulto regularmente. Es un diccionario de interpretación. Cuando me despierto y tengo la vívida imagen de lo que he soñado, siempre hay elementos que destacan, un cóndor, un gato, un perro, delfines, caballos, sacando la cuenta, estoy descubriendo que sueño bastante con animales, quizá alguien le pretenda dar una interpretación freudiana. También tengo el libro de interpretación de los sueños de Freud, me lo regaló Carlita, pero la verdad que el de Tahoces es más práctico, y por cierto, menos riguroso, si es que se puede hablar de rigor en esta tema que muchos consideran esotérico. Mi sueño recurrente es con el mar. Mar, mar, mar, mar, por los cuatro costados: "el mar es símbolo de la dinámica de la vida. Todo nace de él y regresa a él. Es el renacimiento que se liga con los símbolos del agua y la luna". Interpretación: "es el símbolo del inconsciente colectivo del que hablaba Jung, de los instintos y de las pasiones. Todo lo que ocurre en el mar representa aquello que ocurre en el interior." Por eso siempre ha ejercido una fascinación sobre mí el mar. Lo mismo que la luna. Ahora entiendo. Es mi propio ensimismamiento. Mi autocontemplación. Me produce un conflicto atracción-evitación. Es todo lo que siempre he sabido y siempre he negado. Lo que ví en el espejo desde que tuve uso de razón, y lo que quise ver más allá de las imágenes repetidas hasta el infinito. Es la conciencia de que este paso es breve. Que finalmente regresaré a él y saldré de él on otro cuerpo mojado por la misma agua, sólo que más curtido, por la misma sal. No tengo idea de cuántas veces me he zambullido en aguas profundas. Sé que no pocas. No sé cuántas lunas me han contemplado en el proceso ni cuántas lunas he contemplado yo en el proceso. Sé que no hay coincidencias, por eso me encuentro con Jung en este diccionario justo ahora que estamos metidos hasta el tuétano en lo de inteligencia espiritual y hurgando en psicilogía transpersonal. Mis sueños son tan reales. Si algo me he de llevar al próximo chapuzón, que sea el libro de Tahoces. Quisiera entrar en luna llena y salir en luna nueva. Encontrar la playa desierta y la arena tibia. Brisa del sur y una copa de apple martini en la orilla.
sábado, 3 de noviembre de 2007
el terruco II
Nunca me gustó tanto la historia como ayer. No la del colegio, esa no sirve para nada, de esa hay que hacer literalmente borrón y cuenta nueva, tanto por lo que dice como por lo que deja de decir. Algunos ejemplos. Una Lima negra, casi una ciudad africana, a la que llegó San Martín, un militar, mazón, liberal, monárquico, con hartas dudas existenciales...una Lima negra porque los indios estaban encerrados en reducciones y los blancos "decentes", no se mostraban por calles y plazas. Y la Manuelita Sáenz, que fue a parar a una fosa común en Paita? a quién le enseñan eso cuando le machacan a Bolivar en 2do, 3ro o 4to de media. Gran fractura histórica, la de una nación que no concede siquiera una tumba digna a la mujer de su libertador, terruco dixit. 10 milones de seres arrancados de su tierra durante 400 años, 10 millones de almas condenadas a la esclavitud, 1 millón y medio asesinadas en el trayecto... cierro los ojos y me meto en su piel negra, respiro el hedor del miedo, de la mierda, de la sangre, en un barco portugués, español o inglés, mareada hasta el vómito en una travesía hacia el infierno...y digo que tengo de mandinga, por más que trato de reivindicar en mi propio pellejo, tanta humillación, no puedo, no podría. Y el Taki Onqoy o "la rebelión de las huacas". Podría partir en resistencia pacífica hacia los recintos sagrados andinos a rogar a mis dioses originarios (no los de la culpa, no los del silicio, no los del crucifijo) poner fin a la masacre? Permanecer 10 años unida al cosmos en irreverente entrega y simplemente esperar? No sé qué esperar ahora. Y sigue. Quién en su vida escolar escuchó hablar del trío Zulen, Capelo, Mayer? Un chino, un italo-peruano y una gringa que emprendieron la causa de los indios y publicaron el Deber Proindígena a inicios del siglo pasado? Tres solitarios que la historia oficial ha olvidado, o peor, ignorado. Sabe alguien o alguien enseña que la tripulación del Huáscar fue conformada en un 40% por afroperuanos? A quién rendimos culto? a quién homenajeamos? quiénes son nuestros héroes nacionales? qué nación de ciegos, sordos y mudos históricos! Nos hemos inculcado falsos nacionalismos y levantado monumentos a ídolos con pies de barro. Nuestros paradigmas reposan sobre el ceviche, el chullo y la cerámica de chulucanas. Qué rica nuestra comida, qué malo nuestro gusto, siempre atento a lo que el extranjero opina para recién asumir una posición. Si el poncho trae etiqueta "made in el culo del mundo", me lo pongo, si no, cosa de cholos...Si acurio rellena los ravioles con alpaca, gourmet, sino, cómo se come eso...y me incluyo. Mea culpa, mea culpa, me flagelo con los instrumentos de tortura que gentilmente me heredaron los inquisidores. Culpable me confieso, pero por lo menos, me cuestiono. Me gustan las clases del terruco. Me gusta su sonrisa, me invita a la reflexión y le añade placer a mi auto-tortura intelectual.
jueves, 25 de octubre de 2007
experiencia espiritual
no estoy parafraseando a Enrique Iglesias. Si los signos exteriores no garantizan espiritualidad, sí que ayudan. Crear un ambiente agradable, candle-lit, incienso, aroma-terapia,sonidos de la naturaleza. Tentamos con la lluvia. Esa que limpia por fuera y escurre por dentro. El plan, escaparnos temprano de clase y llegar a armar el escenario. Un cómplice, el mismo del amuleto. Un detractor, predecible. Una frase discordante: rentabilizar el tiempo. Alfombras y cojines, todos al suelo. Hubo resistencia, pero cada uno se fue entregando. El pretexto, el trabajo de inteligencia espiritual, la razón, cada uno con la suya. Hay toda una tendencia, que habla del regreso a lo escencial. Que señala el camino hacia la unidad. Que busca la trascendencia. Que extiende horizontes y libera de pesas mentales. De smog mental. Que permite percibir las sutilezas, los matices. Somos uno y somos ninguno. Eso es la renuncia. El desprendimiento más difícil, el del ego. La metáfora de la lluvia, sin referente en una ciudad donde sólo garúa. El intento por escapar para regresar al mismo punto. Trabajamos como nunca. En una sesión relajada, luego de encendidas las luces, repartimos los temas. Nos reconectamos con el "mundo real", por supuesto, empanadas de por medio. Qué más real que el hambre. Como dijo mi cómplice, los sagrado puede estar en cualquier parte. Como dirían los psicólogos transpersonales,sacralizamos lo cotidiano. Y ahora sí parafraseando, no a Iglesias, rentabilizamos el tiempo. Sólo que no le encuentro precio justo a ese momento. Es invalorable. Permanece. Trasciende.
domingo, 21 de octubre de 2007
¿quién es el jefe del hogar?
los dos señorita. ¿que no existe esa alternativa? bueno, entonces en protesta, póngala a ella. Y así reivindicó su no -machismo aquel con quien comparto la "jefatura del hogar". Pero, si los dos trabajamos, los dos administramos, los dos tomamos decisiones y nos alternamos en los roles, obligaciones y funciones. ¿Qué criterio subyace a esta aparentemente básica pregunta en el cuestionario del censo? Están censando familias del siglo XXI pero mantienen los cuestionarios de hace tres décadas? Pregunta que no sólo delata obsolecencia sino una cortedad de vista flagrante. Me imagino que no he de ser la única en sentirse afectada. Imagino que el co-piloto de esta nave no ha de ser el único en reconocer frente al Estado la condición de igualdad a bordo. Mis hijos y mi hija observaban y asentían. Cada uno respondía a su parte del cuestionario. Luego comentamos en el desayuno el detalle de la aparentemente simple pregunta. Mi pequeña de 10 años me interroga preocuopada, mamá, tu eres la jefa del hogar? Yo le respondo, no más que tu papá ni menos que él mi amor. Los dos te cuidamos, te educamos y te amamos por igual. Nos turnamos para llevarte al colegio y nos turnábamos para cambiarte los pañales. Si fisiológicamente él hubiera estado dotado para darte de lactar lo hubiera hecho. En cambio, a falta de mamas, te paseaba horas de horas hasta que botaras los chanchos y te quedaras dormida. Quién era el jefe del hogar entonces? quién es el jefe del hogar ahora? Nunca hemos tenido celos profesionales. Si dejé el periodismo para encontrar un balance en los horarios, no sacrifiqué, simplemente opté. No fue desprendimiento, fue amor. Ahora, amor encuentro también al llegar después de clases de la Maestría y encontrar mi casa organizada. Las compras hechas, las loncheras dispuestas, los problemas cotidianos solucionados. Quién es el jefe del hogar ahora? Y felizmente que no preguntaron, quién es el ama de casa?, porque humildemente hubiera tenido que declinar y recocnocer, en ese sentido, que soy una hija más. Que odio ir de compras, que me cuesta pensar en el menú, que no tengo idea del precio de los víveres ni cuál es el detergente más adecuado para la lavadora.
Quizá deberíamos pensar en extender el reconocimiento a tata y a nana. La verdad, delego tanta responsabilidad que sería lo justo. Regresando al censo. Agradezco a fin de cuentas el estado de sitio al que hemos sido obligados por una organización deficiente. Me ha permitido reflexionar y me ha obligado a recordar lo que una mentalidad conservadora hubiera esperado de mi rol de ama de casa dependiente de un jefe del hogar proveedor. He cocinado y he lavado platos. Pero sólo los del almuerzo, porque valgan verdades, todo es compartido. Gracias censo por jalarme las orejas y mostrarme que en mi casa "it takes two to tango".
domingo, 14 de octubre de 2007
tengo un amuleto
miércoles, 10 de octubre de 2007
the "significant other"
martes, 9 de octubre de 2007
"el terruco"
domingo, 7 de octubre de 2007
aquel entrañable personaje...
y otro, y uno más
y cómo nos resistimos
al cambio
a dejar, romper el cordón
a viajar, ligeros de equipaje
a convivir, con uno mismo
a enfrentar, fantasmas internos
a re-visar, pasar revista
al pequeño que se nos quedó dentro
y que lucha por salir
para ser lo que quisimos
para dar lo que nos faltó
para recibir a manos volcadas
a corazón volcado
a flor de piel,
a lágrima limpia
Y cómo re-acciona
ese uno
uno mismo, todo en uno
y se nos viene el huayco
para llevarse todo
lo que no vale la pena
y allanar el terreno
y dejar el alma
como papel en blanco
Y la oportunidad
pasa por nuestro costado
cuatro costados
y giramos como trompo, buscando orientación,
para chaparla a vuelo de pájaro
o dejarla ir como estrella fugaz
Y si como aquel maravilloso personaje
optamos por ir detrás de nuestros sueños
y pedimos a grito silencioso
domestícame!!
dejamos abierta una pequeña rendija
para poder con el más tenue haz de luz
iluminar nuestro ser.
viernes, 5 de octubre de 2007
tengo ganas de salir
domingo, 30 de septiembre de 2007
If I were a black girl...
Con perdón de todas las otras razas y mezclas, aquí les va una reivindicación:
Gracias por el mar
Gracias por las islas
Gracias por la gente
Gracias por las razas
Las narices respingadas
Las bembas coloradas
Los pelos negros y apretados
Los rubios, lacios y enredados
Al viento…
Gracias por este momento.
Mabe Arce
Salvador de Bahia, 26 de noviembre de 2000
domingo, 23 de septiembre de 2007
ni uno ni otro
martes, 18 de septiembre de 2007
two to tango
lunes, 17 de septiembre de 2007
Basta!
Es que eres el pretexto, pre – texto,
texto que escribo a mi antojo,
sin pautas, ni reglas, ni convencionalismos
como prosa libre, sin métrica,
sin ton ni son pero con cadencia estridente
de corazón a mil por hora
y de tempestad desatada por toneladas de barro
y miseria que no quiero contener .
Y si me oyeras, si me miraras,
si me tocaras y penetraras mis sentidos
para saber lo que yo tengo guardado
celosamente,
no escaparías, no encontrarías
salida, ni rendición, ni un dios te salve
de tanta fuerza
que ni la más
violenta de las tormentas, ni las de agua,
ni las de viento, ni las de arena
ni todas juntas,
se podrían comparar con el vértigo de meterte en mis pesadillas!
Con cuál de las dos sensaciones
me quedo
sin quedarme en nada
nada que te nada contra la corriente
y no dejarme llevar
como agua mansa
que de la brava
no me quiero librar
y correr en contra
del viento
a contrapelo
de las expectativas puestas sobre mí.
miércoles, 12 de septiembre de 2007
Juego de roles
Reflexiono sobre lo ocurrido en una sesión de la Maestría en Gerencia Social de la Universidad Católica. Enfrío mi cabeza y aquieto mi corazón para ordenar los acontecimientos, lo que se dijo, cómo se dijo, por qué se dijo.
Todos y todas somos profesionales, provenientes de diversas canteras. Todos muy comprometidos. Todos con altas expectivas de lo que una Maestría en la Universidad Católica puede ofrecer. Nuestro rol, además de aprender y "aprehender, por supuesto, va más allá. Cuestionamos. Cuestionamos la realidad porque no estamos conformes con ella. Nos rebela la pobreza y tenemos la convicción de que, desde nuestras respectivas trincheras, algo se puede pero sobretodo, se "debe" hacer. Y allí vamos, entre textos, trabajos en grupo, lecturas, exposiciones, jugando los roles de los gerentes sociales que pretendemos llegar a ser.
De pronto, en este juego de espejos se interponen imágenes distorsionadas. No estamos reflejando la imagen de profesionales, futuros gerentes sociales. Imagen contra imagen, inadvertidamente, se cuela una extraña visión. Desde alguna perspectiva somos observados como alumnos de pre-grado. Se cuestiona cuestionar. El discurso se invalida. Surgen los calificativos. La distorsión es total.
Aguzamos la visión. Revisamos los filtros. La luz. Los ángulos. Los lentes. La postura. El encuadre. La intención. El contexto. Echamos mano de cuanto recurso nos es familiar. Volvemos a mirarnos. Imágenes ad infinitum. Qué difícil dilucidar en qué momento el reflejo dejó de corresponderse con la realidad.
Regreso a la sesión. Me sitúo en la posición del otro. Observo. Me observan. Difícil también calzar zapatos ajenos. Te veo como... me ves como...desfase, nuevamente distorsión. Soy autoridad y me cuestionan. Mi palabra no es la última palabra. Mi gestión en tela de juicio. No usan el tono adecuado para dirigirse a mí. La réplica suena a contestación. No lo permito. Califico. Descalifico. Abandono la escena.
Antes de conocernos, hemos dejado de re-conocernos. Los espejos rotos han distorsionado los reflejos y los roles. No te miro, no me miras. Extraña situción para una Maestría en Gerencia Social.
viernes, 7 de septiembre de 2007
La niña de mi sueño
Cuando la soñé, la sostenía en mis brazos y estaba llena de barro. La lavaba y el barro la ahogaba, hasta que el agua se aclaraba y ella empezaba a respirar con dificultad. Yo no la soltaba y le soplaba la nariz, como hacía cuando mis hijos estaban chicos y se atoraban. No sé si el método sea muy científico, pero funcionaba. Funcionó en el sueño también.
Estando en Pisco el miércoles 29 de agosto, dos semanas después del terremoto, llegué al barrio de San Clemente a 10 minutos del centro. Allí vi a la niña de mis sueños. Su rostro me jaló el ojo entre un grupo de alrededor de 15 niños. Se me acercaron en mancha al verme con la cámara. Siempre pasa los mismo, hay una magia en las cámaras digitales. A ellos y a ellas les encanta verse, que los vean, ya no pasan más desapercibidos si el lente los captura y queda un vestigio inmediato.
¿cómo te llamas? le pregunté. María Fé, me dijo. Me empecé a ahogar con mi barro interno. No había quién me sople la nariz. Ella lo hizo, así lo sentí. Con su mirada, con su sonrisa, con su nombre, empecé a respirar nuevamente. Método infalible parece, el del amor.
domingo, 2 de septiembre de 2007
Pretextos para el café
Y así caes en el juego y en el espacio ex-profeso cronstruido para albergar a tanta variedad de café-adictos, o dizque, tan bien estereotipados como los productos que van a consumir. Los hay en todas las combinaciones pero por lo general, en sólo tres presentaciones. Escoges una y te llaman por tu nombre para "personalizar" la atención. Con la misma cara te sonríen, bien si eres "tall, "grrandei" o "venti", o si eres pura leche, café con leche, leche con café o más café que nada. Escriben tu nombre en el vaso para que te vayas feliz como niño con sorpresa de santo a buscar algún lugar donde sentire "grrandei" . Con suerte encuentras un lugar, con más suerte un mullido sofá donde empezar a saborear tu elección, por cierto, con muy poca privacidad. Todos, igual que tú, sorbiendo por un huequito que deja sabor a plástico. Claro pues, si el café es sólo el pretexto. Por fin puedes dedicarte a lo que viniste a hacer mientras la sensación térmica del plástico te calienta las manos pero te sancocha la lengua. Soplas por el huequito, inhalas para rescatar el aroma de café contaminado por el plástico. Dejas el vaso sobre la mesa, lo vuelves a agarrar y empiezas el ritual nuevamente.
El vaso está frío y sin contenido. Lo que tenías que hacer, ya lo hiciste y se te acabaron los pretextos. Miras alrededor y más de lo mismo pero en diferente presentación. Alta rotación "you have to move on". Sales tan vacía como el vaso. Te enfrías más, está lloviendo. Te vas recordando los cafés sin pretextos que sí te calientan el alma.
domingo, 26 de agosto de 2007
Cosas de animales…
La “identidad”, ah, no podía dejar de escribir esta palabra. Cualquiera sea su significado, exacerbado, distorsionado o ninguneado. La propia, la tuya, la nuestra, conjugada en todos los tiempos y personas. Los Yuyas la manejan tan bien en esta obra, lástima que no cale más profundo y más allá de las cuatro paredes de su casa. Pena que no sea una política nacional incluirla en el currículo de todos los colegios de la elite limeña. Dolor que no se transmita en todos los programas de TV, en lugar de tanto adefesio enlatado o localmente producido. Duele pues, pero aun así, salí bailando. Feliz de poder enseñarle a mis hijos que wallpa es gallina y alqo es perro y que el diminutivo en Quechua es bien bonito y bien sonoro y que Beatricitia es Beatrizcha y Salvadorcito es Salvadorcha así como wallpacha es gallinita y alqocha es perrito, porque el Quechua es una idioma aglutinante, lleno de sufijos que añaden significado y enriquecen las palabras, pero que sin embargo, no aglutina a nadie porque nunca ha sido música para los oídos de los cerdos.
Y los cerdos, bueno, esos se regodean con el sonido de su propia voz mientras comen. Sus ruidos guturales los asocio al acto de tragar, no hay música, no hay belleza. Además, son omnívoros, o sea, comen de todo, aunque las reglas en la granja les prohíban comerse a sí mismos: “animal no mata a animal”. Son los códigos de su propia subsistencia, tal cual, como la clase política, “otorongo no come otorongo”, con perdón de los cerdos y de los otorongos. Reivindico mi derecho al sarcasmo, es una forma de evadir la náusea, nada más.
También está el burro, este ser estereotipado injustamente, adquiere un aire intelectual (cualquier reverberación reguetenora aquí sí no viene al caso) es reivindicado por los Yuyas, no tanto por Orwell. En la granja es un personaje que no llega a dar el salto tan necesario del pensamiento a la acción, como tantos queridos e inefables académicos, es la voz de la conciencia, pero que no logra motivarse ni a sí mismo. El claustro de su establo está lleno de paja, como la paja intelectual que abunda en algunos recintos, pena otra vez. Me quedo con mi burrrrro serrrrrano, sabio en su propia sabiduría, sin pretensiones eruditas pero que sí sabe pronunciar, pero sobretodo usar la “chaquitaclla”.
¿Y de las gatas? De la selva su gata, por supuesto. Otra vez los Yuyas me ganan por el sentimiento. Insisto, este es un ejercicio personal que comparto con amigos que sé que me van a entender. Harta sensualidad. Animal mimoso y retrechero, no es uno de mis favoritos. Sin embargo, me quedo con la michicha de los Yuyas, porque ella también se queda y se faja, no tiene como norte el Norte ni por supuesto, las uñas rojas de acrílico.
Ay el perro, es un caso aparte en los músicos, opaco en la granja. Mi perro costeño, achorado, estandarte de la cultura chica, ojo, Cultura Chicha, ya es hora de que acuñemos este término con mayúscula y dejemos de pronunciarlo tapándonos la nariz. Somos chichas pues, como somos cholos, aunque no podamos definir exactamente qué carajo es serlo.
Y por supuesto las gallinas, gallina negra, gallina blanca. Tan preocupadas ambas por poner huevos. Ahora sí, debo escribir otra palabra que me está quemando por salir, “género”. Gallinas luchadoras pero ponedoras al fin. Llevan tatuada la maternidad desde el huevo que ellas mismas fueron alguna vez. Su valor asociado a la maternidad, pero también su coraje asociado a la maternidad. Mamá gallina que cacarea y que no entierra el pico. Tan difícil no remitirnos a cuanta madre coraje ha pisado un arenal, desde Maria Elena Moyano, pasando por Pascuala Rosado y todas la tatas y marías que nos calientan el alma y velan el estudio con cafecito pasado y servido con amor (aquí si me salió el género del alma y revuelto con altas dosis hormonales!).
Así pues, este paréntesis vacacional me deja sabores extraños, harto combinables con la chela que inspiró estas líneas. Felices paltas existenciales de Fiestas Patrias!