sábado, 1 de marzo de 2008

memoria y caos


La memoria es parte de la normalidad
Entonces por default/descarte
La anormalidad se define en parte
Por la falta de memoria
Por la ausencia de recuerdo
De ciertos episodios que
Por incómodos
Hemos decidido
Borrar de nuestro disco duro
Y así sobrellevar
Las culpas
Memoria selectiva
Hacerse los locos

Y en el laberinto
De la memoria
Terminamos reconstruyendo historias
Como aprendices de albañiles, electricistas, gasfiteros, maestros de obra
Carpinetros
Dejando cabos sueltos
Provocando cortos circuitos
Fugas, conexiones mal hechas
Y nos acercamos a paso más lento que seguro
Al estado ideal de normalidad
A ese en el que
Recordamos lo que nos conviene
Olvidamos lo que no tanto
Y le ponemos etiquetas de “para después”
A lo que nunca tendremos tiempo de encarar

Y cuando de pronto
Se nos viene encima la mudanza
Se agolpan los recuerdos
Deseperados a buscar su lugar
Para ser recordados/revividos
Rescatados/reivindicados
Y tomar posesión de cada espacio
Por mal construido o acondicionado
Dispuestos a llenarlos
A no darnos tregua
Ya más
Y por eso la demencia, el alzheimer
La mirada perdida, la confusión
La nitidez de lo que sucedió hace medio siglo
Y la bruma frente a lo que está a sólo cinco minutos de distancia

Hasta que cada pieza va encajando en su lugar
Y a fuerza de insomnio, reiteración, prolongadísimos lapsus
Ausencias, incongruencias – para otros-
Dejamos que la razón ceda el paso al caos
Para que se ordene
Para que la memoria se haga parte de la normalidad
Para hacernos normales
En el último suspiro, el aliento de cordura
La lucidez que nos llega
Como póstuma bendición
Y que legamos
Como herencia de gracia, para liberar – nos.

Mabe 3 de feb 03

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