miércoles, 14 de mayo de 2008

mujer habitada


(desde que leí a Gioconda Belli...)

Habitemos el templo que nos ha sido otorgado
Ocupémoslo, tomemos posesión, invadamos
Abramos cada ventana, rompamos los candados de las puertas
Desenrollemos las alfombras, lavemos las paredes
Corramos los velos y levantemos las cortinas
Que cada paso marque cada espacio, seamos territoriales
Que nuestra risa retumbe en cada rincón y nuestro llanto

Decoremos el templo que nos ha sido entregado
Pongámoslo hermoso, renunciemos al minimalismo
Recuperemos el horror al vacío, cubrámoslo de obras de arte, de tapices
Desperdiguemos flores, pétalos, prendamos el incienso
Respiremos el aire diáfano de la casa habitada con sus corrientes de nostalgia

Habitemos el templo, decorémoslo, habitemos la casa, ocupemos el espacio
Tomemos posesión, recorramos descalzos cada pasillo,
Hagamos el amor en todas las habitaciones y en cada una,
Bailemos en cada salón y en el patio, rociemos el perfume del amor y del recuerdo
y así, impregnados de él y él de nosotros, abandonémoslo, dejémoslo tranquilo y quieto.

2 comentarios:

Cesarolo dijo...

Es interesante las sensaciones que puedes transmitir, sobretodo porque entiendo (o creo entender) el contexto en el que escribes, tu nueva casa.
Sólo tengo una pregunta ¿cómo abandonar algo que has hecho tuyo? ¿acaso no es que si lo has hecho tuyo así será para siempre? yo quiero creerlo...

Ebam dijo...

siempre???...

mujer habitada no mujer habitante.

templo=casa=cuerpo (temporal)