Abril llega en mood de transición, con su semana santa y su sol de despedida.
Me casé en abril y en abril abrían las puertas los colegios:
Empezaban las clases un cuatro, o un cinco de abril, siempre en lunes y nunca en febrero, cuando las vacaciones eran largas y distendidas, sin horarios, ni talleres, ni destrezas que fortalecer ni preparaciones para el futuro…
Me casé en abril, 1 hora y media tarde y con dos meses de barriga, en una playa, un domingo, a muchos kilómetros de Lima, entre amigos, entre curiosos, entre amigos curiosos, ¿por qué se le dio a este par salirse así de la rutina?
Abril me coge así, medio desprevenida, laxa, floja, con harto rezago de playa y sin mayores apuros: terminé la Maestría, Renato en tercer año de carrera, Salvador empezando el bachillerato, y Beatriz feliz como una lombriz, como siempre, como es ella.
Abril llega con calor y se va con frío, y en el interín celebro el cumpleaños de mi madre, mi aniversario de bodas y olvido ir a misa por semana santa.
Abril se va dejando una estela de recuerdos, pero mientras dura, hago mudanza interna para sobreponerme al frío de los meses por venir…
Me casé en abril y en abril abrían las puertas los colegios:
Empezaban las clases un cuatro, o un cinco de abril, siempre en lunes y nunca en febrero, cuando las vacaciones eran largas y distendidas, sin horarios, ni talleres, ni destrezas que fortalecer ni preparaciones para el futuro…
Me casé en abril, 1 hora y media tarde y con dos meses de barriga, en una playa, un domingo, a muchos kilómetros de Lima, entre amigos, entre curiosos, entre amigos curiosos, ¿por qué se le dio a este par salirse así de la rutina?
Abril me coge así, medio desprevenida, laxa, floja, con harto rezago de playa y sin mayores apuros: terminé la Maestría, Renato en tercer año de carrera, Salvador empezando el bachillerato, y Beatriz feliz como una lombriz, como siempre, como es ella.
Abril llega con calor y se va con frío, y en el interín celebro el cumpleaños de mi madre, mi aniversario de bodas y olvido ir a misa por semana santa.
Abril se va dejando una estela de recuerdos, pero mientras dura, hago mudanza interna para sobreponerme al frío de los meses por venir…
3 comentarios:
Yo también me casé en abril, en una iglesia en Magdalena, pero en una ceremonia preparada por nosotros, incluída nuestra propia fórmula de votos, y con canción de guitarra en medio de la ceremonia.
Fue también en abril que entré a los jesuitas una década antes, a esa casita en Barrios Altos, trabajando en la Huerta Perdida y los callejones del Jr. Ancash...
Me encanta el corto y casi inadvertido "otoño" limeño, cuando ya no hace tanto calor veraniego ni tenemos el frio, gris, húmedo invierno citadino...
Fernando
http://cartastransparentes.wordpress.com
Abril es un mes especial, y de hecho se me escapan detalles, dicho sea de paso, tus abriles son dignos de recordación, qué lindas vivencias Fernando, te felicito!
Llevamos 21 abriles juntos... 21 abriles de esperanza y optimismo. Soy un afortunado...
Publicar un comentario