miércoles, 29 de abril de 2009

Mosaico Lucanamarca


La realidad es un mosaico que se construye a partir de piezas adyacentes dispuestas por un artesano. La voluntad de este artesano es en absoluto desconocida. Las piezas se disponen una al lado de la otra con tal maestría que nadie pensaría que encajan por azar. El azar no existe, dicen. Los que solemos analizar la realidad de forma holística buscamos ver el mosaico en su integridad. Creemos percibir formas y contornos y pretendemos decodificarlos de acuerdo a referentes por lo general muy personales. Hay quienes por el contrario, fijan el ojo en alguna pieza, pequeña pieza, aleatoria, y a partir de ella descifran al resto, combinándolas en formas tan variadas como historias puedan imaginar. En cualquiera de las dos prácticas reina la arbitrariedad. El todo por la parte o la parte por el todo. Intuimos la voluntad del artesano pero desconocemos sus códigos.
Entender las historias como mosaicos puede ser un ejercicio interesante si es que no hay pereza mental. A los perezosos mentales les desaconsejo seguir leyendo.

Voy a tomar un mosaico complejo y creo que inacabado. Se llama Lucanamarca. Allí las piezas están superpuestas pero no se han solidificado. Lucanamrca es un mosaico cuyas piezas se desprenden dejando espacios muy difíciles de llenar. Este mosaico ha sido terriblemente dañado por la violencia. Más que la violencia, por la ignominia. Más que eso, mucho más. Por el abandono en su expresión superlativa, con la carga de dolor y frustración que éste puede traer. Por la desesperación transformada en resignación, dando como resultado la peor de las violencias, la que destroza por dentro y paraliza por fuera. La que se rumia, la del llanto aguantado, quedo, la de la desesperanza y la desolación.

Lucanamarca es un mosaico que se quebró y que intentó restañarse, me temo que el artesano no dejó el molde. La historia de Lucanamrca es harto conocida por unos pocos y absolutamente desconocida por demasiados. Así es este mosaico, visto hasta la saciedad, analizado hasta el hartazgo, por los restauradores, en todas sus especialidades, antropólogos, sociólogos, activistas de derechos humanos, psicólogos…pero este mosaico no existe para nadie más. Si nadie más lo ve, no existe, así de simple. Y el dolor aumenta con la indiferencia. El dolor agudo cunde cuanto más se le niega o pretende enfrentarse con paliativos.

Algunas de las piezas sueltas de Lucanamarca:

  • El distrito de Santiago de Lucanamrca se ubica en la provincia de Huancasancos, a 10 horas de Huamanga, en Ayacucho.

  • La población de Lucanamarca no pasa de 2,500 habitantes.

  • El 3 de abril de 1983, 69 personas fueron asesinadas por miembros de Sendero Luminoso. Sendero utilizó hachas y objetos contundentes para matarlos, también usó armas de fuego pero en menor proporción.

  • Entre los muertos había ancianos, mujeres y niños.

  • La primera entrada de Sendero a Huancasancos no fue en el 83. Ese acontecimiento está precedido de una historia que data de la década del 70.

  • En los 70’s el colegio “Los Andes”, ubicado en la provincia, tenía una plana docente formada en la Universidad San Cristóbal de Huamanga. El proselitismo que hizo Sendero en ese colegio es una pieza clave en este mosaico.

  • El principal líder de Sendero en la zona fue profesor de esa escuela.

  • Los comuneros de Huancasancos asesinaron a ese líder senderista.

  • En 1982 Sendero nombra a Olegario Curitomay como su mando en Huancasancos.

  • El 22 de marzo de 1983 Curitomay es asesinado por los comuneros en rechazo a los abusos de Sendero en la zona. Usan hachas, objetos contundentes, le llenan las ropas de ichu y le prenden fuego, luego le dan un balazo.

  • El hermano de Olegario Curitomay sigue viviendo en la zona y es objeto de hostilidad. Está estigmatizado.

  • La muerte de Curitomay desencadena la venganza de Sendero. Se produce la masacre del 3 de abril de 1983.

  • Durante la matanza, un niño subió al campanario de una pequeña iglesia y alertó sobre la supuesta llegada de los sinchis. Los senderistas que se aprestaban a asesinar a un segundo grupo en la plaza, huyeron al escuchar al niño.

  • La CVR llegó a Lucanamarca 19 años después.

  • Los sobrevivientes de Lucanamrca aun no han sido resarcidos.

    (Fuente: reporte de la CVR, visitas a campo de personal de USAID)

    Frente a realidades tan desgarradoras se puede fungir de artesano y atribuirse el rol de juntar las piezas, para intentar mostrar un mosaico que cuente la historia. Así lo han hecho los realizadores de TV Cultura con su documental "Lucanamarca" estrenado el 27 de abril de 2009. Setenta minutos muestran una historia en la que se juntaron piezas a lo largo de seis años. Lucanamrca no es un mosaico cualquiera, definitivamente, recoge piezas clave como los testimonios de los sobrevivientes, y las imágenes del abandono en el que sigue la comunidad luego de 26 años. Me sorprendió ver la sala del cine llena de tope a tope con el estreno del documental. Ojalá su proyección fuese obligatoria en todos las escuelas del Perú, en todos los colegios profesionales, academias y universidades. Aunque este mosaico es sólo uno de los múltiples mosaicos que componen la sociedad peruana, fragmentada, compartimentalizada, refleja como un espejo quebrado la imagen que no queremos ver. Si como nación pretendemos que el espejo nos devuelva una imagen coherente, deberemos como artesanos, unir las piezas de una buena vez.

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